TREINTA DÍAS CON JEREMÍAS - Nº 16

COMPETIR CON GENTE DE A CABALLO

Texto para estudio: Jeremías 11.18 al 12.5

2 Timoteo 4.7

* ¿Por qué los hombres de Anatot quisieron matar a Jeremías?

* ¿Cómo respondió Dios a las dos preguntas de Jeremías? (12.1)

Hasta los vecinos de Anatot lo querían silenciar y matar. Al enterarse del complot, Jeremías le habla con firmeza. Luego comienza a discutir con el Señor: "¿Por qué les va bien a los malvados?" ¡Qué manera de comenzar una discusión! --y así siguen las preguntas y quejas. La respuesta de Dios en verdad no fue exactamente lo que Jeremías quería escuchar: "Si tanto te cansas corriendo contra gente de a pie, ¿cómo podrás competir con gente de a caballo?"

Al reconocer que Jeremías había corrido "contra gente de a pie", Dios valoriza su ministerio y demuestra comprensión por su cansancio. Aquí no hay ninguna sugerencia de que Jeremías hubiera fracasado; el joven que 'no sabía hablar' está cumpliendo fielmente su llamado.

Además, Dios le revela un futuro donde le esperan tareas aún más duras, "contra gente de a caballo" y "en la espesura del Jordán", con el peligro de emboscada y animales salvajes. Dios no nos pide competir contra gente de a caballo hasta que hayamos corrido contra gente de a pie. Él nos forma y prepara para participar en el proceso de arrancar y de plantar su reino. El fortalecimiento logrado por medio del conflicto es para usarlo en otros conflictos. Un soldado del Señor no se ablanda con el servicio sino se fortalece para mayor servicio.

Las victorias ganadas en situaciones difíciles son muestras de que en situaciones imposibles, también triunfaremos. Seguramente nos va a cansar correr contra gente de a caballo, pero debemos correr. ¿Cómo lo haremos? Si Dios está dispuesto a arriesgar todo para< poner la victoria en nuestras manos, ¿no debemos confiar en él, ya que él confía en nosotros? Si ganamos o perdemos, somos de él. La victoria final es suya; la carrera hoy, es nuestra. ¿Estás cansado? ¿Estás preocupado? Escucha a Dios: "El pasado te preparó, el futuro te necesita, y hoy, ¡adelante!".

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ORACIÓN: Señor, con el fortalecimiento ganado en y contigo, que confiaste en mí y me formaste, iré a competir con gente de a caballo y servirte en la espesura del Jordán. Amén.

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TREINTA DÍAS CON JEREMÍAS - Un amor esperanzado

Serie de devocionales

Juan Harrower