ÁRMATE DE VALOR
Texto para estudio: Jeremías 1.13-19
¿Qué recibe Jeremías de Dios?
¿Merece Israel este castigo? (v.16)
Jeremías iba a ser mensajero del terrible juicio de Dios para el pueblo de Israel. Su enemigo, representado por la olla hirviendo, ha de ser instrumento de Dios para castigarlos por haber negado su herencia como pueblo de Dios. Pero Israel también rechazará a Jeremías, el mensajero de Dios.
¡Qué triste es entender que los verdaderos enemigos de Dios no son los que están por atacar a su pueblo! ¡Qué tragedia familiar!
Ser mensajero de buenas noticias es gozo, pero ser mensajero de castigo es angustiante. Por eso Dios anima a Jeremías, instándolo a armarse de valor y a no tener miedo. Josué, otra figura de Dios, recibía instrucciones parecidas antes de comenzar su ministerio. "Ten valor y frimeza. Yo soy quien te manda. No tengas miedo, estaré contigo" (Josué 1.6-9). El desafío del Señor va siempre acompañado por la promesa de su presencia y actuación.
El desafío es muy grande y Dios hará de su tímido siervo Jeremías, "una ciudad fortificada, una columna de hierro y una muralla de bronce". Tal como Jeremías, nosotros también debemos preparanos para seguir a Dios y obedecerle en todo.
Dios le avisa a Jeremías: "ellos te harán la guerra". Es como si le anticipara: "Jeremías, hay maldad en este mundo -mucha maldad- y es terrible. Vas a sufrir, llorar, gritar de angustia. Pero no pienses nunca que te he abandonado. Te amo y estoy contigo."
"No te vencerán", dijo Dios. Esta es la gran verdad de la soberanía de Dios por sobre todas las cosas y a la vez es responsabilidad personal de cada uno. Dios te ama y te rescatará pero no olvides cuál es tu papel, "ármate de valor" y ¡a la batalla!
0 comentarios:
Publicar un comentario