sábado, 25 de julio de 2009

LAS ORACIONES DE LOS SANTOS

«Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios.» Apocalipsis 5.8 NVI.

-----------------------------------------
Aprendemos que en el Antiguo Testamento los santos rogaban por la redención de su pueblo la cual estaba reservada en los cielos.
«Y junto con esas oraciones, subió el humo del incienso desde la mano del ángel hasta la presencia de Dios». Apocalipsis 8.4 NVI.
Qué pensamiento más profundo el pensar que así como el hombre terrenal acumula dinero en el banco para poder tener una suma grande, de la cual puede extraer; de la misma manera las oraciones de los hijos de Dios son acumuladas en los cielos hasta que llegue a la medida necesaria para que la respuesta sea enviada.
Recuerda que no oras solo. Hay hijos de Dios orando alrededor del mundo entero por diferentes motivos. Cuando oramos a Dios en su tiempo y en su gracia enviará la respuesta a nuestras oraciones. El Espíritu Santo pone en nosotros el deseo de interceder y llevar delante del trono celestial nuestras peticiones. Ora por las iglesias alrededor del mundo, por los misioneros, pastores, maestros y todos los creyentes. Ora para que la gracia de Dios esté concediendo la respuesta a las oraciones de muchos y recuerda que en este momento (directa o indirectamente) algún hermano en Cristo está orando por ti.
-Humberto Martín.
***************************************************
ORACIÓN: Gracias Dios por todos aquellos que elevan sus ruegos a Ti.
**************************************************************

D E V O C I O N A L

«Y Enoc anduvo fielmente con Dios trescientos años más...» Gén. 5.22 NVI
¿Qué es un "devocional"? ¿Y una "vida devocional"? ¿Son términos sinónimos? En la mayoría de los casos, ambos términos son utilizados de modo indiferente. Un devocional es un momento, un tiempo determinado en mi día, el que de un modo especial, me dedico a mi cuidado espiritual y comunión con Dios, por medio de la adoración, alabanza, oración. El segundo término es diferente, ya que habla, no de un momento determinado en el día, sino que habla de una "vida" caracterizada por la devoción a Dios, por estar en "la presencia de Jehová", y por conducirse en la voluntad de Dios.
¡Qué lindo pasaje el de Génesis 5.22! Enoc caminaba con Dios, recorrían el camino juntos. Es una hermosa imagen de lo que es la vida devocional, siempre que pienso en este pasaje me imagino la escena, Enoc, comenzando el día, entrando en la presencia del Señor, y el Señor yendo a visitar a Enoc, y así cada día, hasta que parece que el Señor mismo lamenta no tener continuamente a Enoc consigo, y Enoc también, de modo que un día, caminando juntos, el Señor le dice: "Oye Enoc, ya está bien de tanto arriba y abajo, hoy mismo te vienes a casa conmigo y se acabó, caminaremos juntos eternamente en el hogar celestial", y se lo llevó Dios...
¡Qué hermoso! Esto sucedió porque Enoc era un hombre que "vivía" con y para Dios, como leemos en Hebreos 11.5 "recibió testimonio de haber agradado a Dios".
-Tomado de un pensamiento de un pastor español.
***************************************
Oración: "Señor, que mi vida te agrade por completo a ti."
*****************************************************

viernes, 24 de julio de 2009

NUMEROLOGÍA HEBREA ANTIGUA

El dos representaba el trabajo de equipo y la fortaleza; el tres a Dios o a cualquier otra cosa fundamental e invariable; el cuatro representaba al hombre o cualquier cosa temporal y variable; el cinco, el comercio (los cinco dedos eran una calculadora digital); el seis representaba la maldad (porque no llegaba al siete perfecto); el siete era para Dios trabajando con el hombre (tres más cuatro) de un modo perfecto; el ocho representaba al hombre en grupos tales como los ejércitos (cuatro más cuatro); el nueve era para las cosas buenas de Dios (tres veces tres); el diez era la economía (cinco más cinco); el once eran los sistemas de la maldad tales como la brujería y la hechicería (porque no lograban alcanzar el doce divino); y el doce quedaba reservado para el pueblo de Dios (tres veces cuatro) tales como las doce tribus o los doce apóstoles. Este no es un sistema moderno superimpuesto a las Sagradas Escrituras. La numerología es un concepto antiguo de los judíos; sin embargo, tiene significado sólo en los pasajes donde el autor quería que lo tuviera, como en el Libro de Apocalipsis.

miércoles, 22 de julio de 2009

HABLEMOS BIEN DE LOS DEMÁS

Practicad el hábito de hablar bien de los demás. Pensad en las buenas cualidades de aquellos a quien tratáis, y fijáos lo menos posible en sus faltas y errores. Cuando sintáis la tentación de lamentar lo que alguien haya dicho o hecho, alabad algo de su vida y carácter. Cultivad el agradecimiento.
Los que trabajen fervorosamente no tienen tiempo para fijarse en las faltas ajenas. No podemos vivir de las cáscaras de las faltas o errores de los demás. Hablar mal es una maldición doble, que recae más pesadamente sobre el que habla que sobre el que oye. El que esparce las semillas de la disención y la discordia cosecha en su propia alma los frutos mortíferos. El mero hecho de buscar algo malo en otros desarrolla el mal en los que lo buscan. Al esparcirnos en los defectos de los demás nos transformamos a la imagen de ellos. Por el contrario, mirando a Jesús, hablando de su amor y de la perfección de su carácter, nos transformamos a su imagen. Mediante la contemplación del elevado ideal que él puso ante nosotros, nos elevaremos a una atmósfera pura y santa, hasta la presencia de Dios. Cuando permanecemos en ella brota de nosotros una luz que irradia sobre cuantos se relacionan con nosotros.
En vez de criticar y condenar a los demás, decid: «Tengo que consumar mi propia salvación. Si coopero con el que quiere salvar mi alma, debo vigilarme a mí mismo con diligencia. Debo eliminar de mi vida todo mal. Debo vencer todo defecto... Entonces, en vez de debilitar a los que luchan contra el mal, podré fortalecerlos con palabras de aliento.»
Somos por demás indiferentes unos con otros.Demasiadas veces olvidamos que nuestros compañeros de trabajo necesitan fuerza y estímulo. No dejemos de reiterarles el interés y la simpatía que por ellos sentimos. Ayudémosles con nuestras oraciones y dejémosles saber que así obramos.
-Por Elena G. de White.
-Tomado de El Centinela.
________________________________

sábado, 18 de julio de 2009

LA IGLESIA Y SUS OFICIALES

1 Timoteo 3.1-9
1 Tim. 3.6.- «...; no un neófito, no sea que envaneciéndose ...» Encargar a un recién convertido de ejercer una función de lideragzgo equivale a tentarlo para caer en el orgullo. Por esa razón, los líderes deben salir de entre los miembros con madurez espiritual en la congregación.
«... caiga en la condenación del diablo». La condenación del diablo consistió en el orgullo con respecto a la posición que se le asignó. Esto resultó en su caída y la pérdida de su honor y autoridad (Is. 14.12-14; Ez. 28.11-19; cp. Pr. 16.18). La misma clase de caída y juicio podrá suceder con facilidad a un creyente nuevo y débil que sea colocado en una posición de liderazgo espiritual.
1 Tim. 5.22.- «No impongas con ligereza las manos a ninguno,...».- La ceremonia que afirmaba la disponibilidad y aceptación de un hombre para el ministerio público como anciano, pastor o supervisor. Esto procedía de la práctica del Antiguo Testamento de imponer las manos sobre un animal que iba a ser sacrificado con el fin de identificarse con él (Éx. 29.10, 15, 19; Lv. 4.15; cp. Nm. 8.10; 27.18-23; Dt. 34.9; Mt. 19.15; Hch. 8.17,18; 9.17; He. 6.2). «con ligereza» se refiere a proceder con esta ceremonia sin haber hecho una investigación juiciosa, ni pasar por un período de preparación para asegurarse de las calificaciones del candidato (como en 3.1-7).

viernes, 10 de julio de 2009

EL DOLOR DE UN PASTOR

Es cierto mi Señor, Gloria mía
Que un día lo dijiste...
Mi alma sabría
Lo que es estar triste.
---
Pero Señor ¿acaso eran extraños?
¿fue tan sólo un día?
¿no fueron varios los años
que por ellos me desvivía?
---
Cuántas veces no perdí el sueño
Buscando para mí nada
Sino orando por el más pequeño
Orando por la manada.
---
Mientras otros sonaban campanas
Yo trataba de ser diferente
No gritándolo por las ventanas
Sino amando... calladamente.
---
Dios mío cuánto dolor
¿Por qué me pagan así?
¿Es que no sintieron mi ardor?
O es que tan sólo piensan en sí.
---
Que no fui yo, que fue tu Unción
Ya lo sé mi Cristo, fue en tu Nombre
Pero dime ¿por qué llora mi corazón?
¿Te olvidas que también soy hombre?
---
Tu Espíritu me dice en este día
Hijo mío no fue en vano
Ni lo será jamás mi Señor, Gloria mía
Porque aún está sobre mí... tu mano.
-pastor Pablo Caballero.

miércoles, 8 de julio de 2009

¿JUEGA USTED EL PAPEL DE CACIQUE?

En los países latinoamericanos es conocida la figura del cacique como un personaje con excesiva influencia en un grupo de personas, pudiendo éste llegar a ser un déspota y autoritario.
En muchas ocasiones en nuestras iglesias, desafortunadamente, vemos a algunas personas queriendo jugar este papel, al desear manipular las actividades que se realizan en la iglesia. Un ejemplo bíblico de estas situaciones se encuentra en la tercera epístola del apóstol Juan, en el capítulo 1, versículos 9 y 10, donde él escribe a Gayo sobre la mala conducta de Diótrefes, quien es señalado por sus deseos de ejercer el control.
Por esta razón es necesario formar líderes con una visión clara, de que Dios es el Creador de todas las cosas, y es él el único que tiene el poder sobre ellas, mientras que nosotros sólo somos administradores de lo mucho que Dios nos da.
La Iglesia del Señor Jesucristo necesita líderes con las cualidades del apóstol Pablo, como la humildad (Romanos 12.16 y 2 Corintios 10.1), y sobre todo haciendo la voluntad de nuestro Padre, personas llenas del Espíritu Santo, de un buen testimonio, y dispuestos a morir por causa del Señor.
____________________________________________________________________

EL SIERVO DEL SEÑOR NO DEBE SER CONTENCIOSO

2 Timoteo 2.24-26
Me parece a mí, que este es uno de los mandamientos que nos cuesta mucho más obedecer. Especialmente a nosotros, que toda la vida hemos escuchado repetir con mucha vehemencia la exhortación bíblica la cual dice: «Que contendáis ardientemente por la fe» (Judas 3 ).
No, no hay ninguna duda, que nuestros hermanos quienes nos enseñaron este versículo 3 de la Carta de Judas hicieron bien. Pero, creo que hubieran hecho mejor, si con la misma vehemencia nos hubiesen repetido el pasaje también bíblico que dice: «Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido» (2 Timoteo 2.24 ).
Por supuesto que estas dos partes bíblicas, no son un contrapunto, sino un verdadero complemento para todo cristiano. Hasta creo que ningún siervo de Dios debiese contender hasta que comprendiese y amase el significado de "no ser contencioso". Y que bien haríamos cada uno de los cristianos en tomar muy en cuenta todos los textos relacionados y afines a ésto. Como por ejemplo:
«Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca» (Filipenses 4.5); y «Nada hagáis por contienda o vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo» Filipenses 2.3).
¿Cree usted que decimos estos textos para desanimar a los hermanos y lograr que no contiendan ardientemente por la fe? -¡Por supuesto que no, mil veces no! Estamos agradecidos con Dios y con los hermanos, que con valor, y con mucho celo espiritual están siempre dispuestos a combatir con fervor y con mucho esmero el error doctrinal y las diferentes herejías que surgen aún en el pueblo de Dios.
Pero siempre hay un peligro, Cristo lo advirtió, y Pablo lo tuvo muy en cuenta. Cristo sabía, que el celo religioso sin inteligencia espiritual y sin amor es completamente mortal y muy dañino. Pues se llega a ser capaz, hasta de arrebatarle la vida a otro ser humano y no sentir ninguna carga de culpabilidad, y se piensa que está ayudando a la justicia de Dios (convirtiéndose muchos, a sí mismos en justicieros divinos).
«Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí» (Juan 16.2-3).
Sí, tenemos la obligación y la ineludible responsabilidad de trabajar en la tarea de: exhortar, corregir, prevenir, y combatir el error con toda la fuerza. De la misma manera que lo hacían los primeros cristianos con el asunto doctrinal de la circuncisión. Pero aún ellos escucharon de Pablo las siguientes palabras. «porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor» (Gálatas 5.6).
Nadie que sea un cristiano verdadero, negará la importancia de contender ardientemente por la fe. Pero también hay que admitir, que con la bandera de la defensa de la fe, se han arruinado muchas vidas honestas, se han dividido familias cristianas, y hasta se han acabado congregaciones enteras. En fin, se han roto muchas amistades, y se han derramado muchas lágrimas de impotencia y amargura.
El personalismo egoísta, el amor al poder, y muchas veces hasta el amor al dinero, ha tomado el lugar del amor de Dios.
Dios quiera, que los hermanos espirituales y maduros algún día digan de su congregación: «Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros» (Romanos 15.14).
Creo que nunca debemos olvidar que: debiéramos ser amables para con todos, tener mucha paciencia, gentileza, y mansedumbre, buscar siempre estar en paz con todas las personas, y cumplir así, el mandato de no ser contencioso y el de contender ardientemente por la fe. Esto no será fácil, pero siempre será mandato de Dios.
-Polo Trujillo.
-Tomado de la revista La Voz Eterna.
____________________________________________________________________

martes, 7 de julio de 2009

UNA VEZ DICHO...

Una Gran Lección Vital
Cierta buena mujer dijo un día algo que lastimó a su mejor amigo de muchos años. Ella lo lamentó inmediatamente y habría hecho cualquier cosa para retirar las palabras. Pero ellos se dijeron cosas impulsivamente en un momento de insensatez, y tan cerrados como ella y su amigo eran, ella no consideró los efectos de sus palabras de antemano.
Lo que ella dijo hirió tanto al amigo que esta buena mujer se hirió a sí misma por el dolor que causó. En su esfuerzo por deshacer lo que había hecho, ella fue a la mujer más anciana y más sabia en el pueblo, explicó su situación, y pidió consejo. La anciana escuchó pacientemente en un esfuerzo para simplemente determinar la sinceridad que la joven tenía, cómo ella estaba deseosa de ir a corregir la situación. Ella explicó que a veces, para volver a poner las cosas en orden, debe hacerse grandes esfuerzos, y entonces le preguntó, «¿Qué estarías dispuesta a hacer para reparar el daño hecho?» La respuesta fue sincera. «¡Cualquier cosa!» Escuchándola, la anciana se dio cuenta del dolor de la joven y supo que debía ayudarla. También supo que ella nunca podría aliviar su dolor viviendo su vida por otra, pero ella podría enseñar, si la mujer joven escuchara.
Ella supo que el resultado dependía solamente del carácter de la joven. Ella le dijo, «hay dos cosas que usted necesita para hacer las enmiendas. La primera de las dos es extremadamente difícil. Esta noche, tome sus mejores almohadas de plumas y abra un agujero pequeño en cada una. Entonces, antes que salga el sol, usted debe poner una sola pluma en las gradas de cada casa en la ciudad. Cuando usted haya terminado, vuelva a mí. Si usted ha terminado lo primero, le diré lo segundo»
La joven se apresuró, fue a su casa a prepararse para su faena. aunque las almohadas eran muy queridas y muy caras. Toda la larga noche, ella laboró sola en el frío. Fue de puerta en puerta, teniendo cuidado de no pasar por alto una sola casa. Sus dedos estaban congelados, el viento era tan intenso que causó humedad en sus ojos, pero ella corrió a través de las calles oscuras, agradecida de que algo podría hacer para volver a poner las cosas como una vez fueron.
Finalmente cuando el cielo estaba aclarando, ella puso la última pluma en la puerta de la última casa. Justo cuando el sol subió, ella regresó donde la anciana. -estaba tan exhausta pero aliviada que sus esfuerzos serían premiados.
«Mis almohadas están vacías. Coloqué una pluma en la puerta de cada casa». «Ahora», dijo la mujer sabia, «regrese y rellene sus almohadas. Entonces todo será como antes».
La joven estaba aturdida. «¡Usted sabe que eso es imposible! ¡El viento voló lejos cada pluma tan rápido como yo las puse en los peldaños de las puertas! ¡Usted no dijo que yo tenía que regresar- las! si este es el segundo requisisto, entonces las cosas nunca serán las mismas». «Eso es verdad», dijo la anciana. «Nunca olvide. Cada una de sus palabras es como una pluma en el viento. Una vez hablada, ninguna cantidad de esfuerzo, a pesar de toda su sinceridad, puede volver a su boca. Escoja bien sus palabras y guarde la mayor parte de ellas en presencia de aquellos que usted ama».
-Autor desconocido
___________________________________________________________________
«Mas evita profanas y vanas palabras; porque conducirán más y más a la impiedad» (2 Timoteo 2.16).
«... y el que propaga calumnia es necio. En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente» (Proverbios 10.18,19).

LAS CARGAS DEL PREDICADOR

Por John Waddey
No hay obra más grande sobre la tierra que la predicación del glorioso Evangelio de Jesucristo (Romanos 10.15). No hay labor más cansada y exigente que la del ministro del Evangelio (2 Timoteo 1.11-12). No hay obrero que Satanás odie más que el siervo de Dios. El diablo tratará de usar cualquier treta posible para destruir la obra del ministro y desanimarle en sus esfuerzos (2 Timoteo 2.11).
Todo hombre que entra en el ministerio de Cristo tiene que saber bien del tremendo peso de la responsabilidad y de las duras batallas que tiene que pelear.
Hay ciertas cargas adicionales que caen sobre los hombros de los predicadores, y que se vuelven insoportables para algunos.
  1. Está la carga de trabajar con una congregación que no proporciona apoyo. Aunque parezca extraño, muchas congregaciones emplean a un hombre para trabajar como evangelista y luego se niegan a dar apoyo al trabajo que él quiere hacer. A menudo, el hombre que ocupa el púlpito es criticado negativamente por las mismas personas que le piden que les predique. Pablo sintió el trato ingrato que recibió de los cristianos de Corinto (2 Corintios 11.7-9). Aun más difícil es cuando el ministro es dejado solo en su lucha contra el pecado y los pecadores. Varios son los ministros que han sido triturados en su espíritu porque nadie se puso del lado de ellos en lo más duro del conflicto. Jesús sabía lo amargo que era esta copa, y Pablo también (Marcos 14.50; 2 Timoteo 4.16).
  2. Otra carga para el hombre de Dios es la falta de aprecio por la obra que hace. Es algo básicamente humano sentir aprecio por el que da su vida en servicio. Muchos predicadores abandonan el púlpito a causa del desdén mostrado por las congregaciones. aunque no podemos justificar el abandono del púlpito, es más condenable la ingratitud para con el ministro (Hechos 20.27).
  3. Está la carga de un grupo de líderes que no dan apoyo. Los líderes piden a un hombre que venga a trabajar con ellos de manera que la voluntad de Dios sea hecha en la congregación y en la comunidad. El trabajo de ellos consiste en supervisar la iglesia (Hechos 20.28). El de él consiste en predicar la palabra divina (2 Timoteo 4.2). Hay muchos líderes (miembros de Junta), que le piden al predicador, que además de hacer el trabajo de él, también haga el trabajo que a ellos les corresponde. Esto es mucho trabajo para un sólo hombre. Además esto va en contra del plan de Dios. Los predicadores a menudo se sienten agobiados por líderes que no los apoyan cuando los miembros carnales se resisten a la enseñanza de la doctrina sana y saludable (2 Timoteo 4.1-3). Es algo realmente doloroso cuando un hombre es dejado solo ante los ataques que se hacen contra él. Nuestra oración ha de ser que Dios nos dé miembros de Junta con integridad, ¡que nunca dejen que un elemento mundano crucifique a un buen hombre! Que tengamos líderes que no sacrifiquen al predicador a causa de las presiones financieras o las amenazas de los poderosos de la iglesia. Que más bien alcen sus brazos como lo hicieron Aarón y Hur por Moisés (Éxodo 17.12).
  4. Está la carga de una esposa que no da apoyo. Un hombre casado nunca podrá hacer lo mejor por el Señor a menos que tenga una esposa fiel y que le dé apoyo firme. Muchos son los predicadores que han hecho una buena obra debido a la ayuda eficaz de sus esposaas. Pobre, por otro lado, del predicador que tiene que trabajar en la obra del Señor con la carga de una mujer que no le importa el ministerio. Peor aun es la compañera que está en contra de la carrera de predicar el Evangelio. Muchos son los hombres que han sido avergonzados por una mujer que no tiene amor para Dios y para la iglesia. En ocasiones, hay predicadores que triunfan, no por sus esposas, sino a pesar de ellas. Pero si los tales han podido hacer tan buen trabajo con esa carga, ¿cómo les iría sin tales mujeres? Ciertamente, si una mujer es cristiana, ella ayudará a su esposo en cualquier profesión honorable que tenga. ¿Cuánto más no será en el servicio del ministerio de Dios? Si él ha de honrarla como el vaso más frágil, ella puede honrarlo como su esposo (1 Pedro 3.5-6), cabeza (Efesisos 5.23), y hombre de Dios (1 Tesalonicenses 5.13).

Conclusión: Vivimos en una época en que hay pocos predicadores. Muchos están abandonando la carrera del ministerio. No hay momento de la historia como este en que se necesitan más evangelistas que lleven la Palabra a los perdidos, y que fortalezcan a los hermanos en su lucha contra el pecado.

Oremos todos cada día para que el Señor nos ayude a llevar las cargas de los hermanos que predican en vez de ser una carga para ellos (Gálatas 6.2).

-Tomado de La Voz Eetrna.

_____________________________________________________________________________________

lunes, 6 de julio de 2009

LOS PELIGROS DE LA PREDICACIÓN

Por John Waddey
Muchos piensan que la predicación es una labor fácil, con pocas demandas, pocos problemas, pocos riesgos y pocos peligros. Tales personas no tienen un entendimiento claro del trabajo y los desafíos que la predicación presenta.
  1. Como tiene que agradar a Dios antes que a los hombres, el predicador se encontrará en peligro constantemente. Si quiere comprometerse para agradar a los hombres, entoncess no será siervo de Jesucristo.Esto hará que muchas veces no quede bien con la comunidad, y en ocasiones tampoco con los miembros de la Iglesia.
  2. Tiene que predicar todo el consejo de Dios(Hechos 20.26-27). Esto quiere decir que a veces predicará mensajes que no todos los de la congregación apreciarán. Dirán que tales lecciones no se necesitan (que en realidad quiere decir que no son populares). Su lealtad a su llamado lo pondrá en peligro de generar la ira de los miembros carnales. Puede hasta perder el puesto de predicador. El apóstol Pablo les dijo a los hermanos: «¡Ahora resulta que, por decirles la verdad, me he hecho enemigo de ustedes!» (Gálatas 4.16 TLA*).
  3. Predicará de temas que se necesitan, aunque no se quieran o aprecien. Ha recibido el mandato: «Tú anuncia el mensaje de Dios en todo momento. Anúncialo, aunque ese momento no parezca ser el mejor. Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala; instrúyela con mucha paciencia» (2 Timoteo 4.2 TLA). Ezequiel se encontró en la misma situación: «Dios me dijo: "Quiero que lleves un mensaje para el pueblo de Israel..., a pesar de que hablan tu idioma, son tan necios y rebeldes que te van a ignorar, como me han ignorado a mi"» (Ezequiel 3.4, 7 TLA). Aquí tenemos a un predicador con una tarea muy dura. Pero Dios le dio fortaleza para cumplir su ministerio (Ezequiel 3.8-9).
  4. El predicador tiene que enseñar la palabra de Dios sin hacer acepción de personas. No se puede ser fiel a Cristo y hacer distinción de personas (Santiago 2.1). Si un hombre favorece a una persona por su riqueza, su raza o influencia, el tal es condenado por Dios como transgresor (Santiago 2.9). Muchos hombres de Dios han estado en peligro por no favorecer a aquellos que están en poder.
  5. Por causa del éxito en su labor, muchos sentirán envidia y celos de él. Pablo se encontró con predicadores que «lo hacen sólo por competir conmigo, o porque me envidian..., y sólo quieren crearme más problemas aquí en la cárcel» (Filipenses 1.16-17 TLA). Fue la envidia lo que movió a los judíos a crucificar a Cristo (Mateo 27.18). Cuando un hermano tiene envidia del predicador, puede convertirse en un crítico de su vida y su labor, tratando de encontrarle fallas en todo tiempo. Los errores que comete son amplificados y lo bueno que hagan no se toma en cuenta.
  6. Los hermanos pueden ponerse en contra del predicador, si éste tiene el valor de señalarles sus faltas. Por esto mismo Diótrefes, que amaba el primer lugar, condujo una campaña en contra del apóstol Juan (3 Juan 9-10).
  7. Hay quienes buscan la manera de sacar fuera al predicador al poner en tela de juicio su integridad y honestidad en su trabajo. Pablo se encontró con eso en Corinto. Podemos determinar la naturaleza de los ataques por la manera en que se defendió: «... yo no los engañé por medio de las personas que les envié» (2 Corintios 12.17 TLA). También dijo: «Espero que reconozcan que nosotros sí hemos pasado la prueba» (2 Corintios 13.6). Un predicador se hace vulnerable ante las personas que no tienen escrúpulos, y que logran convencer al resto de la congregación de que algo anda mal con el predicador.
  8. No sería justo concluir este artículo sin mencionar que los premios que el predicador recibe son más grandes que sus tribulaciones. Hay que recordar que Cristo dijo: «Dios los bendecirá a ustedes cuando, por causa mía, la gente los maltrate y diga mentiras contra ustedes. ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! Porque van a recibir un gran premio en el cielo. Así malrataron también a los profetas que vivieron antes que ustedes» (Mateo 5.11-12 TLA). Pablo reconoció bien esta situación: «Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él» (Romanos 8.18 TLA).

Judas dejó que Satanás entrara en su corazón, y le impulsó a traicionar a Jesús, el Hijo de Dios. Mi oración es que nunca dejemos que el diablo nos use para traicionar a un siervo del Señor que dedica su tiempo a predicar el Evangelio.

-Tomado de "La Voz Eterna", mayo 1981.

sábado, 4 de julio de 2009

U N I D O S

LOS HOMBRES TIENEN SUS IDEAS ACERCA DE LA UNIDAD. DIOS TAMBIÉN LAS TIENE.
¡No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos en armonía! (Salmo 133.1 TLA*). No pido sólo por ellos, sino también por los que creerán en mí cuando escuchen su mensaje. Te pido que se mantengan unidos entre ellos, y que así como tú y yo estamos unidos, también ellos se mantengan unidos a nosotros. Así la gente de este mundo creerá que tú me enviaste. Yo les he dado a mis seguidores el mismo poder que tú me diste, con el propósito de que se mantengan unidos. Para eso deberán permanecer unidos a mí, como yo estoy unido a ti. Así la unidad entre ellos será perfecta, y los de este mundo entenderán que tú me enviaste, y que los amas tanto como me amas tú. ( Juan 17.20-23 TLA). Porque cuando fueron bautizados, también quedaron unidos a Cristo, y ahora actúan como él (Gálatas 3.27 TLA). En cambio, quien se une al Señor Jesús se hace un solo cuerpo espiritual con él (1 Corintios 6.17 TLA). ...todos fuimos bautizados por el mismo Espíritu Santo, para formar una sola iglesia y un solo cuerpo. A cada uno de nosotros Dios nos dio el mismo Espíritu Santo (1 Corintios 12.13 TLA). Hagan todo lo posible por vivir en paz, para que no pierdan la unidad que el Espíritu les dio (Efesios 4.3 TLA). Hermanos míos, yo les ruego, de parte de nuestro Señor Jesucristo, que se pongan todos de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Al contrario, vivan unidos y traten de ponerse de acuerdo en lo que piensan (1 Corintios 1.10 TLA). Por eso, si llevas al altar del templo una ofrenda para Dios, y allí te acuerdas que alguien está enojado contigo, deja la ofrenda delante del altar, ve de inmediato a reconciliarte con esa persona, y después de eso regresa a presentar tu ofrenda a Dios (Mateo 5.23-24 TLA). Así que ¡tengan cuidado con lo que hacen. si tu amigo te hace algo malo, llámale la atención. Si te pide perdón, perdónalo. No importa si en un solo día te hace muchas maldades; si él te pide perdón, perdónalo (Lucas 17.3-4 TLA). Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: -Señor, si un miembro de la iglesia me hace algo malo, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Sólo siete veces? Jesús le contestó: -No basta con perdonar al hermano solo siete veces. Hay que perdonarlo una y otra vez; es decir, siempre Mateo 18.21-22 TLA)
Queridos hermanos, les ruego que se fijen en los que causan pleitos en la iglesia. Ellos están en contra de todo lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de esa gente (Romanos 16.17 TLA). A los que siempre están peleando en la iglesia, llámenles la atención una o dos veces. Si no te hacen caso, apártate de ellos (Tito 3.10 TLA). Cristo es quien va uniendo a cada miembro de la iglesia, según sus funciones, y quien hace que cada uno trabaje en armonía, para que la iglesia vaya creciendo y cobrando más fuerza por causa del amor (Efesios 4.16 TLA).
*TLA= Traducción en lenguaje actual.

viernes, 3 de julio de 2009

LA IGLESIA DE LOS FILIPENSES: UNA IGLESIA EJEMPLAR

Por: Luciano Grillo Gutiérrez
La iglesia de los filipenses fue organizada en una manera singular, diferente a las otras iglesias que el apóstol Pablo fundó.
El evangelista Lucas nos narra los sucesos ocurridos durante la estadía de Pablo en la ciudad de Filipos en su segundo viaje misionero (Hch 16.11-32).
Filipos era la principal ciudad de Macedonia (v. 12), poblada por ciudadanos romanos, quienes gozaban de privilegios especiales, por disposición del césar Octavio Augusto. En esta ciudad se predicó por primera vez el evangelio, siendo esta ciudad la puerta de entrada para la predicación de las buenas nuevas en Europa.
La iglesia de los filipenses llegó a ser muy amada por el apóstol Pablo. A esta iglesia, que estuvo en el centro de su corazón, Pablo le escribe una carta que es la más personal de cuantas poseemos del apóstol, en la cual predominan dos notas importantes: 1) el gozo que caracteriza a una fe madura, y 2) el amor de Pablo a la iglesia de Filipos. Es también el testimonio de una sentir gozoso y de mutua gratitud: de Pablo hacia los filipenses, que lo habían socorrido en momentos muy difíciles para él; y de los filipenses hacia Pablo, agradecidos por la labor que entre ellos había realizado.
Esta iglesia no fue una iglesia exclusiva, fue más bien una iglesia inclusiva la cual se forma con los primeros convertidos en Europa: Lidia y su familia (Hch 16.14-15); la muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual fue liberada (Hch 16.18-19); el carcelero de Filipos y su familia (Hch 16.30-34).
Esta iglesia surge como consecuencia a la sumisión de Pablo a la soberanía del Espíritu Santo. En Hechos 16.6-10 el escritor sagrado nos muestra que el Espíritu Santo le prohibió a Pablo hablar la Palabra en Asia Menor. Estando Pablo en Troas, una noche tuvo una visión en la cual un varón macedonio le ruega pasar a Macedonia para ayudarles. Pablo, dando por cierto que Dios lo llamaba para que anunciara el evangelio en ese lugar, va inmediatamente.
En esta naciente iglesia encontramos representantes de los tres grandes grupos sociales en que se halla dividida la humanidad: la clase alta, la clase media, y la clase baja.
La clase alta está representada por Lidia y su familia; la clase media está representada por el carcelero y su familia; y la clase baja está representada por la muchacha esclava (que fue liberada del espíritu de adivinación), y por los que servían en la casa del carcelero.
A pesar de que los primeros miembros de esta naciente iglesia pertenecían a las tres grades clases sociales, éstos aprendieron a vivir en armonía y unidad, en un estrecho vínculo de amor, siendo de esta manera la respuesta a la oración y ruego de Jesús de que todos los suyos sean uno para que el mundo crea (Jn 17.11, 21).
Pablo a los Gálatas les escribe: "Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o sin son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales" (3.28 TLA).
Si bien es cierto que los miembros de la iglesia de Filipos reconocían que todos eran uno en Cristo y que no debían haber diferencias o exclusiones por motivos raciales o de clase, también reconocieron y aceptaron los niveles de autoridad eclesiástica en la iglesia: obispos y diáconos, trayendo de esta manera bendición a la iglesia y Pablo se los hace saber en su carta.
Pablo no les escribe a los filipenses para llamarles la atención por problemas que hayan surgido en el seno de la iglesia, como sí lo hace con la iglesia de Corinto, la cual le dio muchos dolores de cabeza al apóstol. La iglesia de Corinto se había dividido en cuatro grupos y confrontaban muchos problemas de comportamiento, así como éticos y un caso de inmoralidad sexual no juzgado.
La iglesia de Filipos es un ejemplo de unidad, de fidelidad al Señor y sometimiento a la palabra de Dios. Encontramos aquí un excelente crecimiento en la gracia y una especial y significativa observancia de un balance insitucional mediante el respeto y reconocimiento de los niveles de autoridad eclesiástica.
La iglesia de los filipenses no fue una iglesia exclusiva, es decir que sólo recibía en su membresía a determinadas personas y excluía a otras. Filipos fue una iglesia inclusiva que con los brazos abiertos recibía en su seno a todos los nuevos creyentes. Debemos mirar constantemente con mucha atención a esta iglesia e imitarla.
La Iglesia del Señor debe ser siempre una iglesia inclusiva que reciba en su seno a todos los que han sido perdonados de sus pecados, como también mantener sus puertas siempre abiertas para recibir a aquellos que vagan por doquier buscando paz para sus almas y no la hallan. Que Dios, nuestro Señor, cierre nuestros ojos a la discriminación racial y de clase.
Jesús nunca hizo acepción de personas. Él sirvió sin mirar a quien. Allí lo encontramos las necesidades de sus conciudadanos, ricos o pobres. También atendió las de los extranjeros como la mujer siro fenicia, o del soldado romano que solicitó ayuda para su siervo que estaba gravemente enfermo.
Si somos seguidores de Jesús debemos cerrar nuestros ojos a la discriminación racial, o de cualquier otro tipo. Debemos amar a todos así como Él nos amó. Dios ama al pecador, y su anhelo es que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
La iglesia de Filipos no sólo fue una iglesia inclusiva que respetaba y reconocía los niveles de auroridad eclesiástica y sabía vivir en armonía, sino que también fue una iglesia que compartió para las necesidades de los santos. Pablo hace mención de esto en el capítulo 4.10-19: «Tuve mucho gozo en el Señor cuando vi florecer en ustedes esa preocupación por mí. En realidad, ustedes pensaban en mí: solamente hacía falta una ocasión. No digo esto por estar necesitado; en efecto, aprendí a acomodarme con lo que tengo: Sé pasar privaciones, como vivir en la abundancia: Estoy entrenado para cualquier momento o situación: estar satisfecho o hambriento, en la abundancia o en la escasez. Todo lo puedo en Aquel que me fortalece.
Sin embargo, hicieron bien al compartir mis pruebas. Filipenses, ustedes lo saben: en los principios del Evangelio, cuando me alejé de Macedonia, ninguna iglesia me abrió una cuenta de gastos e ingresos; solamente ustedes lo hicieron que, durante mi permanencia en Tesalónica, me mandaron dos veces todo lo que necesitaba.
Desde luego no estoy buscando regalos; más me interesa que la cuenta de ustedes vaya subiendo. Por el momento, tengo todo lo que necesito, y más de los que necesito. Tengo de sobra con lo que Epafrodito me entregó de parte de ustedes, y que recibí como esos sacrificios "que agradan a Dios y cuyo olor sube hasta Él". Estoy seguro que mi Dios proveerá a todas las necesidades de ustedes, según su riqueza y generosidad en Cristo Jesús.» (La Biblia Latinoamérica).
Que en esto también imitemos a la iglesia de Filipos. Que aprendamos a suplir las necesidades de aquellos que Dios ha llamado para ser sus ministros, así como también atender las necesidades de los pobres, viudas y huérfanos como lo hacía la Iglesia Primitiva. Dios bendice a la iglesia que está siempre dispuesta a dar, aún con sacrificio.