sábado, 7 de mayo de 2011

30 DÍAS CON JEREMÍAS (9)

EL PADRE QUE NOS BUSCA

Texto para estudio: Jeremías 3.19-25)

¿Qué relación deseaba tener Dios con Israel?

¿Qué pide Dios de sus "hijos rebeldes"?

Dios dice:

a) «Yo decidí aceptarte como hijo» ¿Qué significa esto? Imaginemos por un momento la vida familiar con un padre amoroso, prudente, sabio, fiel a Dios. ¡Qué relación tan libre, segura y espontánea entre los chicos y su padre! ¡Qué abundancia de vida!

b) «Una tierra envidiable, el país más bello», Dios siempre quiso dar lo mejor a su familia, como dice en Éxodo 19.5: «Si ustedes me obedecen en todo y cumplen mi pacto, serán mi pueblo preferido entre todos los pueblos». Israel tenía que ser fiel y cumplidor, pero se olvidaron de Dios.

El pueblo hace:

Los santuarios del culto pagano estaban en los montes y justamente de allá, «se oyeron voces» de los israelitas. ¡Es insólito! Piden socorro pero siguen con su culto idólatra que es la causa del problema. ¿Tan tontos son?

Dios quiere escuchar de su pueblo una confesión como la de los vv 22 al 25. Un reconocimiento de nuestros pecados, ("de nada nos sirve ir a las colinas"); acompañado por una decisión de cambiar nuestro modo de vida ("humillémonos pues") y buscando la salvación ("sólo en el Señor nuestro Dios").

Dios dice:

«Vuélvanse a mí, hijos rebeldes» --no a una serie de normas, ni a una reforma moral, sino a la restauración de una relación personal. Más que nada, el Padre es el que deja todo para ir en búsqueda del hijo perdido. Asume todo riesgo, todo costo, cualquier pérdida personal para rescatar a los hijos desobedientes.

En la cruz, entendemos el precio que el Padre pagó por rescatarnos: «Jesús gritó con fuerza y dijo --¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!» (Lc 23.46).

A él, que nos busca, podemos encomendarle con sinceridad nuestro espíritu.

30 DÍAS CON JEREMÍAS - Un amor esperanzado

Serie de devocionales

-Juan Harrower-CERTEZA- ABUA

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