sábado, 22 de agosto de 2009

VIRUS MORBUS SABBATICUS

El MORBUS SABBATICUS es un virus muy común en los miembros de la Iglesia y ataca los domingos en la mañana y los días que hay estudio bíblico o cultos de oración. Este virus jamás llega durante la semana cuando hay espectáculos, novelas, juegos de pelota y baloncesto, festivales playeros, obras de teatro, fiestas o "cosas cotidianas" que hacer.
El género del virus es del bacilo Flaquitis du Spirit y de la familia Apaticus Al Siñore y Conjuntivitis Seculares.
La enfermedad, que aparece repentinamente, provoca que el hermano sienta su espíritu desfallecer, el alma contagiada y en desánimo, justamente cuando debe cumplir su misión en la Iglesia y rendirle tributo al Creador. ¡Qué curioso es el MORBUS SABBATICUS!
La plaga nunca llega cuando el hombre hace sus tareas, cumple con el trabajo, va al shopping a hacer compras y viaja a visitar o de paseo. Durante su ausencia se come y se duerme requetebién, pero cerca de la hora de ir a la iglesia le ataca el susodicho sabbaticus y entonces se siente mal, le duele el cuerpo, aumenta el cansancio y la fatiga crece, dice que tiene fiebre y necesita descansar. Sin embargo, tan pronto el servicio finaliza también se fue el virus. Cuando su familia regresa de la Iglesia se encuentra al paciente sano. ¡Milagro, milagro, milagro!
Esto se repite cada semana. Antes del morbus el paciente puede hacer todo lo que proponga o antoje. Anda en perfecta condición, sin malestar del cuerpo, no hay dolencia, el espíritu se siente alegre, ríe, goza, disfruta de la vida, ve la televisión, lee el periódico o alguna revista y nada hace presagiar que esté enfermo. Y cuando el reloj se acerca a las 9.30 de la mañana y las 7.15 de la noche los domingos, las 7.30 de la noche los martes y jueves, se resquebraja el sistema, el virus empieza a atacar y el ciclo de la enfermedad se repite.
LAS CARACTERÍSTICAS PECULIARES DE ESTA ENFERMEDAD SON:
  1. Sólo ataca a los miembros de la Iglesia.
  2. Nunca aparece en otros días de la semana.
  3. Los síntomas pueden variar en cada caso, pero no quita el apetito ni el sueño.
  4. Nunca permanece por más de unas horas en esos días.
  5. Generalmente empieza y ataca al jefe de la familia o esposa y contagia a toda la familia si no se cura a tiempo.
  6. Ninguno llama a un médico para atender el caso.
  7. Es grave y fatal para el alma, todas sus víctimas están en el infierno.
  8. No hay remedio humano para este mal, lo único recomendado por Dios es un sincero arrepentimiento y humillarnos ante El. Suplicar por su gracia y misericordia.
  9. El nuevo nacimiento y la sangre de Cristo es el antídoto.
  10. Es una plaga peligrosa y barre con miles cada año, llevándolos prematuramente a la destrucción.

RECOMENDACIONES:

Si alguno padece esta grave enfermedad, recurra inmediatamente a Jesucristo, Él y su sangre dentro de nosotros no permitirá que esta enfermedad nos ataque y nos destruya antes de que sea tarde...

Atienda esta receta, ofrecida a tiempo antes que sea tarde.

-José "Pachy" Rodríguez

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jueves, 20 de agosto de 2009

EL CARPINTERO Y SUS HERRAMIENTAS

Cuentan que en una carpintería hubo una extraña asamblea. Fue una reunión donde las herramientas discutieron sus diferencias.
El martillo ejercía la presidencia, pero el resto le exigía su renuncia. ¿La causa?: Hacía demasiado ruido, y además se pasaba todo el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió también que fuese expulsado el destornillador, alegando que daba muchas vueltas para conseguir algo. El destornillador aceptó los argumentos, pero a su vez pide la expulsión de la lija. Dijo que era muy áspera en el trato con los demás. La lija acató con la condición que se expulsase al metro, el cual siempre medía al otro según su medida, como si fuese el único perfecto.
En ese momento entró el carpintero, juntó a todos e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el destornillador. La rústica madera se convirtió en hermosos muebles. Cuando el carpintero se fue, las herramientas retomaron la discusión. Pero el serrucho se adelantó a decir: "Señores, quedó demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades, resaltando nuestros puntos valiosos. Por eso, en lugar de fijarnos en nuestras flaquezas, debemos concentrarnos en nuestro puntos fuertes."
Entonces la asamblea entendió que el martillo era fuerte, el destornillador unía y daba fuerza, la lija era especial para limar asperezas, y el metro era preciso y exacto.
Se sintieron como un equipo, capaz de producir cosas de calidad; y una gran alegría los embargó al darse cuenta de la suerte que tenían de trabajar juntos.
Lo mismo ocurre con los seres humanos. Cuando una persona busca defectos en otra, la situación se torna tensa y confusa.
Al contrario, cuando se busca con sinceridad los puntos fuertes de otro, florecen las mejores conquistas humanas.
Es fácil encontrar defectos... ¡cualquiera puede hacerlo! Pero, ¿encontrar cualidades...? ¡Eso es para sabios!!!
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viernes, 14 de agosto de 2009

L E A L T A D

Por Phineas F. Bresee, D.D.
El amor, la reverencia y la devoción son parte de la lealtad. Hay algunas cosas como la patria y la iglesia que demandan lealtad.Cualquier persona que pueda fácilmente ser desviada, probablemente no dará una contribución de gran valor, y cualquier persona que no tenga espíritu de lealtad probablemente contribuirá tan poco en otro lugar como contribuye donde está ahora.
Un verdadero patriota no puede cambiar fácilmente su devoción a la bandera que ha significado tanto para él. Pero si se presenta un nuevo camino, y providencialmente es guiado en sus convicciones y su sentido de obligación para hacer tal cosa, y si escribe su nombre bajo una nueva bandera, se lleva consigo todas las posibilidades de ser leal al país cuya protección ahora busca, y del cual se vuelve parte.
Cuando una persona busca protección de otro país, pero luego en un momento de crisis de éste, regresa a su primera patria, y hasta pelea contra el país que le recibió como extranjero, demuestra que nunca fue digno de la ciudadanía que se le brindó. Su ausencia es más deseable que su presencia.
En la iglesia, donde la relación es todavía más sagrada y delicada, donde hombres guiados por su propia voluntad, han aceptado relaciones entre sí de compañerismo, de amistad y de deberes comunes, aquellos que tratan todo esto a la ligera, o que cortan la relación fácilmente, demuestran que evidentemente estaban allí sólo para ver qué podían obtener, y eran por lo tanto, una debilidad del cuerpo del que decían ser parte. Una iglesia compuesta por personas así no sería fidedigna ni fuerte.
Es imposible pensar que Pablo poseyera o le diera albergue aun por un solo momento a tal clase de disposición. Los que han carecido de lealtad a una causa fallaron en el momento de necesidad. Es posible que Demas haya tenido algunas buenas cualidades. Tal vez cumplió algún servicio bien, y Pablo no acumula muchas palabras contra él. Pero su lealtad suprema a Jesucristo le ganó el desdén duradero de los hombres.
El hombre sobre quien la inspiración divina derrama su condenación más severa fue otrora el amigo, el conocido, el guía y el compañero, con quien el grupo apostólico disfrutaba de la dulce comunión rumbo a la casa de Dios. Pero al final careció de lealtad, y Judas se volvió un hombre con significado inexpresablemnte ruin para todas las edades.
Los que dañan más a la iglesia no son nuestros enemigos jurados, ni los que sencillamente son débiles y caen en pecado; sino las personas que son desleales, las que venden su primogenitura -la confianza de sus hermanos- por un precio, o por una nada.
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¿QUÉ SIGNIFICA SER NAZARENO HOY?

Para nadie es un secreto que, en medio del "renacimiento religioso" que la sociedad global está experimentando, confrontamos el reto de una gran cantidad de nuevos movimientos religiosos cuyas creencias y prácticas se han difundido transversalmente, afectando a las iglesias cristianas de muchas maneras, creando sincretismos sutiles.
Decía Jhon A. Mackay, «Hay momentos en la historia de las personas y de los pueblos, particularmente en tiempos de crisis, cuando la memoria de ayer abre camino hacia el mañana, cuando el despertar de un sentido de herencia se convierte en poderoso determinante de un destino.»
A la luz de estos desafíos conviene preguntarnos: ¿Qué legado hemos recibido de los nazarenos pioneros, nacionales y extranjeros, que con su esfuerzo tesonero llevaron adelante un trabajo que ha impactado a varias generaciones de peruanos? Sin duda hay una herencia que estamos en la imperiosa necesidad de preservar... Seguramente que con el paso del tiempo, hay aspectos de nuestro ministerio como iglesia que tienen que ser revisados y adaptados a nuevos desafíos y circunstancias. Pero, en medio de todo ello, hay un núcleo de elementos que constituyen nuestra herencia como iglesia y que estamos en la responsabilidad de preservar.
Los nazarenos peruanos estamos conscientes de que somos parte de una iglesia con un legado definido. La importante declaración registrada en nuestro Manual, describe a una iglesia que está arraigada en una rica historia cristiana. Por lo tanto, nos consideramos herederos de un legado evangélico que se conecta con la predicación de nuestro Señor Jesucristo.
Los Artículos de Fe dan el mejor testimonio de lo que es nuestro depósito de la fe, según la expresión Paulina. Estos no constituyen simples declaraciones doctrinales sin su correspondiente arraigo vivencial. Más bien, son el constante recordatorio del marco de vida dentro del cual hemos de movernos para el cumplimiento de nuestra misión. La identidad evangélica que caracteriza a nuestra iglesia brota de un serio compromiso con las Escrituras, como nuestra máxima norma de fe y conducta.
Dentro de este legado evangélico, asumimos con integridad el mensaje bíblico de una vida de santidad, como la norma para una fe cristiana que honra a Dios y busca ser útil a sus propósitos. En esta línea nos corresponde a los nazarenos peruanos continuar en la exploración exegética y cultural para que esta verdad bíblica pueda ser captada, vivida y transmitida en nuestros contextos culturales con integridad. Necesitamos relacionar esta enseñanza con la problemática dentro de la cual la iglesia ministra. No debe haber área del quehacer humano que quede excluida de la proclamación e influencia del mensaje de salvación total de Dios en Cristo Jesús.
Los nazarenos peruanos debemos rescatar esta parte de la herencia de nuestros antecesores porque el contexto actual nos lo demanda, para el cumplimiento de la misión, el desarrollo y ejercicio de una fe que puede erguirse en medio de las limitaciones y carencias.
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miércoles, 12 de agosto de 2009

LA ORACIÓN SACERDOTAL DE JESÚS - JUAN 17

Esta famosa oración se denomina con frecuencia en los estudios sobre Juan como la «oración sacerdotal» porque en ella Jesús aparece como mediador entre sus discípulos y Dios. En esta oración aparecen muchos de los temas centrales de la teología de Juan, como gloria-glorificar, conocer, mundo, nombre, envío, amor-amar, unidad, entre otros. Se advierte que el evangelista implica siempre al mundo, a los discípulos, al Padre, y así mismo en cuanto a las relaciones que se establecen entre ellos. Parece ser que el tema central de esta oración es la unidad de todos los creyentes, teniendo como modelo la unidad perfecta que existe entre el Padre y el Hijo. Jesús pide en primer lugar por sí mismo (vv 1-5), luego por sus discípulos (vv 6-19), y finalmente por todos los que habrán de creer en él (vv 20-26).
Es muy significativo que esta oración está colocada precisamente inmediatamente antes de los acontecimientos finales de la vida terrenal de Jesús. Él necesitaba toda la fuerza espiritual posible para enfrentar los cruentos acontecimientos que le esperaban dentro de poco tiempo, y la mejor manera de hacerlo es orando a Dios. Conciente de que su hora ha llegado, pide la glorificación del Hijo, que en este pasaje se relaciona directamente con su poder de dar vida eterna a los suyos. Así, se entiende que la gloria del Hijo no consiste en volver a su estado antes de la encarnación en regiones celestiales, sino en compartir la vida eterna con los creyentes. Y aún más significativo, aquí no relaciona la vida eterna como una vida sin fin solamente, sino principalmente con el conocimiento del Padre y del Hijo: «que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado» (v 3).
La oración continúa centrándose en la petición por sus discípulos, para quienes Jesús pide que sean guardados del mundo y para que puedan guardar la unidad entre ellos. Para el tiempo de la redacción final de esta oración, la unidad de la comunidad cristiana era una condición imprescindible para que pudieran soportar los embates del entorno, caracterizado por la separación del judaísmo rabínico y por brotes de violencia también de parte de las autoridades romanas. Por ello también la oración pide que los discípulos no sean sacados del mundo, porque ese no era el propósito de Dios, sino que en medio del mundo pudieran ellos ser portadores del testimonio respecto del Dios verdadero y de su Hijo Jesucristo. La oración pide principalmente que los discípulos sean protegidos del mundo y santificados en la verdad del mensaje. Jesús espera de ellos una santidad dentro de la conflictividad del mundo, no era una santidad de conventículo que se aparta para poder realizarse.
La parte final de la oración incluye en la súplica a los que aún no son creyentes pero que llegarán a serlo. Esta es expresión del amor envolvente de Jesús, que no sólo tiene preocupación por los que ya creen en él, sino en realidad por todo el mundo. Este tipo de amor y preocupación deben ser siempre modelos a las iglesias, para que nuestra preocupación y nuestro amor abarquen siempre a todo el mundo y no sólo a lo propio. Y así como esta oración es un llamado de Jesús a la unidad, así también las iglesias nos convirtamos en promotoras de unidad hacia dentro y hacia fuera, teniendo como fuerza de cohesión el amor. Además, esta unidad por la que Jesús ora es la posibilidad para que el amor del Padre pueda estar en ella y ella lo pueda compartir con el mundo.
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sábado, 8 de agosto de 2009

EL TIEMPO Y EL VALOR DE LA VIDA

El tiempo y el valor de la vida debe ser siempre tema de reflexión seria. Meditando en la manera en que Dios mira nuestro quehacer diario, Moisés (Salmo 90) repasaba las acciones de su pueblo, y a la vez descubría que a la gente no le importaba el futuro y vivían como si fueran eternos. ¿Es diferente hoy? Frente a los ojos del Dios Altísimo se ve todo lo que hacemos (v. 8), y el apóstol Pablo dice que el Espíritu de Dios «escudriña nuestros corazones" (Romanos 8.27). Así que nuestros pensamientos y nuestros hechos son evidentes a los ojos del que juzgará todas las cosas. Es bueno pensar como Moisés el gran legislador de Israel. Los seres humanos somos como un sueño, somos «como la hierba que crece en la mañana. En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada y se seca» (vs. 5-6) y recalca para nuestro entender que el tiempo de nuestra vida es pasajero, si «mil años son como el día de ayer que pasó o como una de las vigilias de la noche» (v. 4) ¿Qué pueden ser 70 u 80 años? (v. 10). La reflexión seria debe llevarnos a clamar como el gran legislador: «Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría» (v. 12). si hemos de vivir 70 años o más, debemos valorar cada día en el más alto nivel moral y espiritual. Necesitamos considerar nuestras acciones y tomarlas en favor y beneficio de los que nos rodean y más allá de ellos. Debemos invertir nuestro tiempo en trabajo positivo y de beneficio para nuestro prójimo, pero también debemos hacerlo pensando en que ello glorifique al que nos está viendo con sus ojos y que puede influir e3n nuestros pensamientos y nuestras acciones, de manera que estemos claros que la dependencia en el que ha sido para nosotros refugio de generación en generación, también invierta en vastedad sus misericordias (vs. 1, 14) y que como resultado de esa gran bendición podamos alegrarnos y disfrutando cada día al lado de nuestra familia, de nuestros amigos y de nuestros hermanos en la fe de Jesucristo.
-Dr. José Alfaro
Iglesia Hispana del Nazareno
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LA PAJA EN EL OJO AJENO

Con mucha facilidad observamos errores en los demás. Somos profesionales en detectar defectos ajenos, alumnos aventajados en la labor de ver arrugas y manchas desplegadas en los atavíos de otros. En cambio, carecemos de pericia para detectar virtudes, esparcir halagos o mostrar admiración ante un atributo que merece nuestra aprobación.
Si dedicásemos un poco de nuestro tiempo a destapar el frasco que contiene el aroma de la objetividad, quizá pudiésemos exhalar la grata fragancia que desprende el prójimo.
Si tan sólo nos arriesgásemos a mirar los corazones de las personas que nos rodean, puede que las virtudes que pasan desapercibidas nos saliesen al paso, asombrándonos con un ramalazo de humildad.
Procedemos a censurar con indulgencia imitando el comportamiento fariseo, y así creernos más sabios, más justos, más...
Y cuanto más crece nuestro afán por mirar las faltas de otros, mucho más se empequeñece nuestro corazón.
¿Quiénes somos para emitir juicio contra nadie?
Aún sabiendo que no estamos autorizados a hacerlo encontramos implícitas razones para juzgar, zarandeando con palabras o acciones a quienes, a nuestro parecer, son merecedores de tales sacudidas.
Observemos la cantera de la cual fuimos rescatados, el hueco inmenso que allí quedó. Si actuamos justamente veremos que la piedra que sostenemos en nuestra mano lista para ser lanzada, ha de caer a nuestros pies reconociendo su derrota y asimilando que es mucho más sensato servir para edificar que para condenar.

«Quien no es capaz de tener defectos, no es capaz de tener
humanamente grandes virtudes.»
(A. Verri)

EL VALOR DE LOS HECHOS

Se cuenta que cierto día en los tiempos clásicos en Grecia, mientras se celebraban los famosos Juegos Olímpicos se presentó un débil anciano para presenciar el espectáculo, pero llegó tarde y encontró a todos los asientos ocupados.
Pasando frente a los que estaban ocupados por los atenienses ninguno le ofreció el suyo pero llegando a donde estaban ubicados los espartanos todos como un solo hombre se levantaron para dar su lugar al anciano. Viendo esto, un aplauso espontáneo partió de las filas atenienses.
Notando esto el venerable anciano observó: Los atenienses admiran lo que es bueno, pero los espartanos lo practican.
¿Cómo es contigo, querido lector?
«No amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y verdad.»
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LAS HUELLAS

Una noche un hombre tuvo un sueño. Soñó que caminaba en la orilla de una playa con el Señor. A través del cielo se proyectaban escenas de su vida. En cada escena veía dos pares de huellas de pies en la arena: un par pertenecían a él y el otro, al Señor.
Cuando la última escena de su vida se proyectó ante él miró hacia atrás, a las huellas en la arena. Notó que muchas veces a lo largo del sendero de su vida, había solamente un par de huellas. También notó que esto coincidía con los momentos más tristes y solitarios de su vida.
Esto realmente le molestó y le preguntó al Señor: «Señor, Tú dijiste que una vez que yo decidí seguirte, Tú caminarías conmigo todo el camino, pero he notado que en los momentos más difíciles de mi vida, hay solamente un par de huellas. Yo no comprendo por qué cuando más te he necesitado, me has dejado sólo.»
El Señor le contestó: «Hijo mío, mi querido hijo, yo te amo y nunca te he dejado. Durante tus momentos de prueba y sufrimiento, cuando tú has visto únicamente un par de huellas, eran entonces cuando yo te cargaba.»
-Autor desconocido
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jueves, 6 de agosto de 2009

FORTALEZA Y DEBILIDAD EN LA RESPUESTA DEL HOMBRE

Ustedes, los que van tras la justicia y buscan al Señor, ¡escúchenme! Miren la roca de la que fueron tallados, la cantera de la que fueron extraídos. Miren a Abraham, su padre, y a Sara, que los dio a luz. Cuando yo los llamé, él era solo uno, pero lo bendije y lo multipliqué. Isaías 51.1-2 NVI
Aunque parezca mentira es posible manifestar estas dos condiciones aún siendo hombres de Dios: fortaleza y debilidad.
Fortaleza es la condición que lleva al hombre a responder afirmativamente al llamado de un claro testimonio de fe y obediencia a la voz de Dios, al punto que a veces parecen decisiones irracionales para el resto de los hombres y debilidad la que se manifiesta, curiosamente, en el vano intento de llevar a cabo la tarea encomendada por Dios a la manera que el hombre quiere... y por los temores, al menos al comienzo; porque como en tantos aspectos, el hombre que vive a los pies del altar también necesita tiempo para madurar. Esta es la única manera de poder manifestar en toda su plenitud la fortaleza y el poder de Dios en su vida.
Desde que Abraham inició la construcción de altares escuchó la misteriosa voz del Señor y se acostumbró a la existencia de un llamado cuya naturaleza todavía no alcanzaba a comprender totalmente. Dios cumple sus promesas y a su tiempo se dan todos sus propósitos para con sus siervos.
-H.P.
ORACIÓN:
--Señor, dame fortaleza para esperar en tus tiempos.
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sábado, 1 de agosto de 2009

EL LIBRO DE ESTER

El libro de Ester forma parte de los llamados Escritos o Ketubim, tercera sección de la Biblia Hebrea. Junto con Cantares, Lamentaciones, Rut y Eclesiastés, conforman el Meguilot, conjunto de cinco rollos que se leen en las festividades solemnes.
Su incorporación al canon hebreo se produjo recién en el s III d.C. y algunos estudiosos sostienen que dicha incorporación se debió a la relación entre el libro y la institucionalización de la festividad del Purim. Por su parte, la Iglesia de Occidente lo reconoció como canónico recién en el s IV, y la de Oriente, no lo hizo sino hasta el s VIII.
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sábado, 25 de julio de 2009

LAS ORACIONES DE LOS SANTOS

«Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios.» Apocalipsis 5.8 NVI.

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Aprendemos que en el Antiguo Testamento los santos rogaban por la redención de su pueblo la cual estaba reservada en los cielos.
«Y junto con esas oraciones, subió el humo del incienso desde la mano del ángel hasta la presencia de Dios». Apocalipsis 8.4 NVI.
Qué pensamiento más profundo el pensar que así como el hombre terrenal acumula dinero en el banco para poder tener una suma grande, de la cual puede extraer; de la misma manera las oraciones de los hijos de Dios son acumuladas en los cielos hasta que llegue a la medida necesaria para que la respuesta sea enviada.
Recuerda que no oras solo. Hay hijos de Dios orando alrededor del mundo entero por diferentes motivos. Cuando oramos a Dios en su tiempo y en su gracia enviará la respuesta a nuestras oraciones. El Espíritu Santo pone en nosotros el deseo de interceder y llevar delante del trono celestial nuestras peticiones. Ora por las iglesias alrededor del mundo, por los misioneros, pastores, maestros y todos los creyentes. Ora para que la gracia de Dios esté concediendo la respuesta a las oraciones de muchos y recuerda que en este momento (directa o indirectamente) algún hermano en Cristo está orando por ti.
-Humberto Martín.
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ORACIÓN: Gracias Dios por todos aquellos que elevan sus ruegos a Ti.
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D E V O C I O N A L

«Y Enoc anduvo fielmente con Dios trescientos años más...» Gén. 5.22 NVI
¿Qué es un "devocional"? ¿Y una "vida devocional"? ¿Son términos sinónimos? En la mayoría de los casos, ambos términos son utilizados de modo indiferente. Un devocional es un momento, un tiempo determinado en mi día, el que de un modo especial, me dedico a mi cuidado espiritual y comunión con Dios, por medio de la adoración, alabanza, oración. El segundo término es diferente, ya que habla, no de un momento determinado en el día, sino que habla de una "vida" caracterizada por la devoción a Dios, por estar en "la presencia de Jehová", y por conducirse en la voluntad de Dios.
¡Qué lindo pasaje el de Génesis 5.22! Enoc caminaba con Dios, recorrían el camino juntos. Es una hermosa imagen de lo que es la vida devocional, siempre que pienso en este pasaje me imagino la escena, Enoc, comenzando el día, entrando en la presencia del Señor, y el Señor yendo a visitar a Enoc, y así cada día, hasta que parece que el Señor mismo lamenta no tener continuamente a Enoc consigo, y Enoc también, de modo que un día, caminando juntos, el Señor le dice: "Oye Enoc, ya está bien de tanto arriba y abajo, hoy mismo te vienes a casa conmigo y se acabó, caminaremos juntos eternamente en el hogar celestial", y se lo llevó Dios...
¡Qué hermoso! Esto sucedió porque Enoc era un hombre que "vivía" con y para Dios, como leemos en Hebreos 11.5 "recibió testimonio de haber agradado a Dios".
-Tomado de un pensamiento de un pastor español.
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Oración: "Señor, que mi vida te agrade por completo a ti."
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viernes, 24 de julio de 2009

NUMEROLOGÍA HEBREA ANTIGUA

El dos representaba el trabajo de equipo y la fortaleza; el tres a Dios o a cualquier otra cosa fundamental e invariable; el cuatro representaba al hombre o cualquier cosa temporal y variable; el cinco, el comercio (los cinco dedos eran una calculadora digital); el seis representaba la maldad (porque no llegaba al siete perfecto); el siete era para Dios trabajando con el hombre (tres más cuatro) de un modo perfecto; el ocho representaba al hombre en grupos tales como los ejércitos (cuatro más cuatro); el nueve era para las cosas buenas de Dios (tres veces tres); el diez era la economía (cinco más cinco); el once eran los sistemas de la maldad tales como la brujería y la hechicería (porque no lograban alcanzar el doce divino); y el doce quedaba reservado para el pueblo de Dios (tres veces cuatro) tales como las doce tribus o los doce apóstoles. Este no es un sistema moderno superimpuesto a las Sagradas Escrituras. La numerología es un concepto antiguo de los judíos; sin embargo, tiene significado sólo en los pasajes donde el autor quería que lo tuviera, como en el Libro de Apocalipsis.

miércoles, 22 de julio de 2009

HABLEMOS BIEN DE LOS DEMÁS

Practicad el hábito de hablar bien de los demás. Pensad en las buenas cualidades de aquellos a quien tratáis, y fijáos lo menos posible en sus faltas y errores. Cuando sintáis la tentación de lamentar lo que alguien haya dicho o hecho, alabad algo de su vida y carácter. Cultivad el agradecimiento.
Los que trabajen fervorosamente no tienen tiempo para fijarse en las faltas ajenas. No podemos vivir de las cáscaras de las faltas o errores de los demás. Hablar mal es una maldición doble, que recae más pesadamente sobre el que habla que sobre el que oye. El que esparce las semillas de la disención y la discordia cosecha en su propia alma los frutos mortíferos. El mero hecho de buscar algo malo en otros desarrolla el mal en los que lo buscan. Al esparcirnos en los defectos de los demás nos transformamos a la imagen de ellos. Por el contrario, mirando a Jesús, hablando de su amor y de la perfección de su carácter, nos transformamos a su imagen. Mediante la contemplación del elevado ideal que él puso ante nosotros, nos elevaremos a una atmósfera pura y santa, hasta la presencia de Dios. Cuando permanecemos en ella brota de nosotros una luz que irradia sobre cuantos se relacionan con nosotros.
En vez de criticar y condenar a los demás, decid: «Tengo que consumar mi propia salvación. Si coopero con el que quiere salvar mi alma, debo vigilarme a mí mismo con diligencia. Debo eliminar de mi vida todo mal. Debo vencer todo defecto... Entonces, en vez de debilitar a los que luchan contra el mal, podré fortalecerlos con palabras de aliento.»
Somos por demás indiferentes unos con otros.Demasiadas veces olvidamos que nuestros compañeros de trabajo necesitan fuerza y estímulo. No dejemos de reiterarles el interés y la simpatía que por ellos sentimos. Ayudémosles con nuestras oraciones y dejémosles saber que así obramos.
-Por Elena G. de White.
-Tomado de El Centinela.
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sábado, 18 de julio de 2009

LA IGLESIA Y SUS OFICIALES

1 Timoteo 3.1-9
1 Tim. 3.6.- «...; no un neófito, no sea que envaneciéndose ...» Encargar a un recién convertido de ejercer una función de lideragzgo equivale a tentarlo para caer en el orgullo. Por esa razón, los líderes deben salir de entre los miembros con madurez espiritual en la congregación.
«... caiga en la condenación del diablo». La condenación del diablo consistió en el orgullo con respecto a la posición que se le asignó. Esto resultó en su caída y la pérdida de su honor y autoridad (Is. 14.12-14; Ez. 28.11-19; cp. Pr. 16.18). La misma clase de caída y juicio podrá suceder con facilidad a un creyente nuevo y débil que sea colocado en una posición de liderazgo espiritual.
1 Tim. 5.22.- «No impongas con ligereza las manos a ninguno,...».- La ceremonia que afirmaba la disponibilidad y aceptación de un hombre para el ministerio público como anciano, pastor o supervisor. Esto procedía de la práctica del Antiguo Testamento de imponer las manos sobre un animal que iba a ser sacrificado con el fin de identificarse con él (Éx. 29.10, 15, 19; Lv. 4.15; cp. Nm. 8.10; 27.18-23; Dt. 34.9; Mt. 19.15; Hch. 8.17,18; 9.17; He. 6.2). «con ligereza» se refiere a proceder con esta ceremonia sin haber hecho una investigación juiciosa, ni pasar por un período de preparación para asegurarse de las calificaciones del candidato (como en 3.1-7).

viernes, 10 de julio de 2009

EL DOLOR DE UN PASTOR

Es cierto mi Señor, Gloria mía
Que un día lo dijiste...
Mi alma sabría
Lo que es estar triste.
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Pero Señor ¿acaso eran extraños?
¿fue tan sólo un día?
¿no fueron varios los años
que por ellos me desvivía?
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Cuántas veces no perdí el sueño
Buscando para mí nada
Sino orando por el más pequeño
Orando por la manada.
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Mientras otros sonaban campanas
Yo trataba de ser diferente
No gritándolo por las ventanas
Sino amando... calladamente.
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Dios mío cuánto dolor
¿Por qué me pagan así?
¿Es que no sintieron mi ardor?
O es que tan sólo piensan en sí.
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Que no fui yo, que fue tu Unción
Ya lo sé mi Cristo, fue en tu Nombre
Pero dime ¿por qué llora mi corazón?
¿Te olvidas que también soy hombre?
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Tu Espíritu me dice en este día
Hijo mío no fue en vano
Ni lo será jamás mi Señor, Gloria mía
Porque aún está sobre mí... tu mano.
-pastor Pablo Caballero.

miércoles, 8 de julio de 2009

¿JUEGA USTED EL PAPEL DE CACIQUE?

En los países latinoamericanos es conocida la figura del cacique como un personaje con excesiva influencia en un grupo de personas, pudiendo éste llegar a ser un déspota y autoritario.
En muchas ocasiones en nuestras iglesias, desafortunadamente, vemos a algunas personas queriendo jugar este papel, al desear manipular las actividades que se realizan en la iglesia. Un ejemplo bíblico de estas situaciones se encuentra en la tercera epístola del apóstol Juan, en el capítulo 1, versículos 9 y 10, donde él escribe a Gayo sobre la mala conducta de Diótrefes, quien es señalado por sus deseos de ejercer el control.
Por esta razón es necesario formar líderes con una visión clara, de que Dios es el Creador de todas las cosas, y es él el único que tiene el poder sobre ellas, mientras que nosotros sólo somos administradores de lo mucho que Dios nos da.
La Iglesia del Señor Jesucristo necesita líderes con las cualidades del apóstol Pablo, como la humildad (Romanos 12.16 y 2 Corintios 10.1), y sobre todo haciendo la voluntad de nuestro Padre, personas llenas del Espíritu Santo, de un buen testimonio, y dispuestos a morir por causa del Señor.
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EL SIERVO DEL SEÑOR NO DEBE SER CONTENCIOSO

2 Timoteo 2.24-26
Me parece a mí, que este es uno de los mandamientos que nos cuesta mucho más obedecer. Especialmente a nosotros, que toda la vida hemos escuchado repetir con mucha vehemencia la exhortación bíblica la cual dice: «Que contendáis ardientemente por la fe» (Judas 3 ).
No, no hay ninguna duda, que nuestros hermanos quienes nos enseñaron este versículo 3 de la Carta de Judas hicieron bien. Pero, creo que hubieran hecho mejor, si con la misma vehemencia nos hubiesen repetido el pasaje también bíblico que dice: «Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido» (2 Timoteo 2.24 ).
Por supuesto que estas dos partes bíblicas, no son un contrapunto, sino un verdadero complemento para todo cristiano. Hasta creo que ningún siervo de Dios debiese contender hasta que comprendiese y amase el significado de "no ser contencioso". Y que bien haríamos cada uno de los cristianos en tomar muy en cuenta todos los textos relacionados y afines a ésto. Como por ejemplo:
«Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca» (Filipenses 4.5); y «Nada hagáis por contienda o vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo» Filipenses 2.3).
¿Cree usted que decimos estos textos para desanimar a los hermanos y lograr que no contiendan ardientemente por la fe? -¡Por supuesto que no, mil veces no! Estamos agradecidos con Dios y con los hermanos, que con valor, y con mucho celo espiritual están siempre dispuestos a combatir con fervor y con mucho esmero el error doctrinal y las diferentes herejías que surgen aún en el pueblo de Dios.
Pero siempre hay un peligro, Cristo lo advirtió, y Pablo lo tuvo muy en cuenta. Cristo sabía, que el celo religioso sin inteligencia espiritual y sin amor es completamente mortal y muy dañino. Pues se llega a ser capaz, hasta de arrebatarle la vida a otro ser humano y no sentir ninguna carga de culpabilidad, y se piensa que está ayudando a la justicia de Dios (convirtiéndose muchos, a sí mismos en justicieros divinos).
«Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí» (Juan 16.2-3).
Sí, tenemos la obligación y la ineludible responsabilidad de trabajar en la tarea de: exhortar, corregir, prevenir, y combatir el error con toda la fuerza. De la misma manera que lo hacían los primeros cristianos con el asunto doctrinal de la circuncisión. Pero aún ellos escucharon de Pablo las siguientes palabras. «porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor» (Gálatas 5.6).
Nadie que sea un cristiano verdadero, negará la importancia de contender ardientemente por la fe. Pero también hay que admitir, que con la bandera de la defensa de la fe, se han arruinado muchas vidas honestas, se han dividido familias cristianas, y hasta se han acabado congregaciones enteras. En fin, se han roto muchas amistades, y se han derramado muchas lágrimas de impotencia y amargura.
El personalismo egoísta, el amor al poder, y muchas veces hasta el amor al dinero, ha tomado el lugar del amor de Dios.
Dios quiera, que los hermanos espirituales y maduros algún día digan de su congregación: «Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros» (Romanos 15.14).
Creo que nunca debemos olvidar que: debiéramos ser amables para con todos, tener mucha paciencia, gentileza, y mansedumbre, buscar siempre estar en paz con todas las personas, y cumplir así, el mandato de no ser contencioso y el de contender ardientemente por la fe. Esto no será fácil, pero siempre será mandato de Dios.
-Polo Trujillo.
-Tomado de la revista La Voz Eterna.
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martes, 7 de julio de 2009

UNA VEZ DICHO...

Una Gran Lección Vital
Cierta buena mujer dijo un día algo que lastimó a su mejor amigo de muchos años. Ella lo lamentó inmediatamente y habría hecho cualquier cosa para retirar las palabras. Pero ellos se dijeron cosas impulsivamente en un momento de insensatez, y tan cerrados como ella y su amigo eran, ella no consideró los efectos de sus palabras de antemano.
Lo que ella dijo hirió tanto al amigo que esta buena mujer se hirió a sí misma por el dolor que causó. En su esfuerzo por deshacer lo que había hecho, ella fue a la mujer más anciana y más sabia en el pueblo, explicó su situación, y pidió consejo. La anciana escuchó pacientemente en un esfuerzo para simplemente determinar la sinceridad que la joven tenía, cómo ella estaba deseosa de ir a corregir la situación. Ella explicó que a veces, para volver a poner las cosas en orden, debe hacerse grandes esfuerzos, y entonces le preguntó, «¿Qué estarías dispuesta a hacer para reparar el daño hecho?» La respuesta fue sincera. «¡Cualquier cosa!» Escuchándola, la anciana se dio cuenta del dolor de la joven y supo que debía ayudarla. También supo que ella nunca podría aliviar su dolor viviendo su vida por otra, pero ella podría enseñar, si la mujer joven escuchara.
Ella supo que el resultado dependía solamente del carácter de la joven. Ella le dijo, «hay dos cosas que usted necesita para hacer las enmiendas. La primera de las dos es extremadamente difícil. Esta noche, tome sus mejores almohadas de plumas y abra un agujero pequeño en cada una. Entonces, antes que salga el sol, usted debe poner una sola pluma en las gradas de cada casa en la ciudad. Cuando usted haya terminado, vuelva a mí. Si usted ha terminado lo primero, le diré lo segundo»
La joven se apresuró, fue a su casa a prepararse para su faena. aunque las almohadas eran muy queridas y muy caras. Toda la larga noche, ella laboró sola en el frío. Fue de puerta en puerta, teniendo cuidado de no pasar por alto una sola casa. Sus dedos estaban congelados, el viento era tan intenso que causó humedad en sus ojos, pero ella corrió a través de las calles oscuras, agradecida de que algo podría hacer para volver a poner las cosas como una vez fueron.
Finalmente cuando el cielo estaba aclarando, ella puso la última pluma en la puerta de la última casa. Justo cuando el sol subió, ella regresó donde la anciana. -estaba tan exhausta pero aliviada que sus esfuerzos serían premiados.
«Mis almohadas están vacías. Coloqué una pluma en la puerta de cada casa». «Ahora», dijo la mujer sabia, «regrese y rellene sus almohadas. Entonces todo será como antes».
La joven estaba aturdida. «¡Usted sabe que eso es imposible! ¡El viento voló lejos cada pluma tan rápido como yo las puse en los peldaños de las puertas! ¡Usted no dijo que yo tenía que regresar- las! si este es el segundo requisisto, entonces las cosas nunca serán las mismas». «Eso es verdad», dijo la anciana. «Nunca olvide. Cada una de sus palabras es como una pluma en el viento. Una vez hablada, ninguna cantidad de esfuerzo, a pesar de toda su sinceridad, puede volver a su boca. Escoja bien sus palabras y guarde la mayor parte de ellas en presencia de aquellos que usted ama».
-Autor desconocido
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«Mas evita profanas y vanas palabras; porque conducirán más y más a la impiedad» (2 Timoteo 2.16).
«... y el que propaga calumnia es necio. En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente» (Proverbios 10.18,19).

LAS CARGAS DEL PREDICADOR

Por John Waddey
No hay obra más grande sobre la tierra que la predicación del glorioso Evangelio de Jesucristo (Romanos 10.15). No hay labor más cansada y exigente que la del ministro del Evangelio (2 Timoteo 1.11-12). No hay obrero que Satanás odie más que el siervo de Dios. El diablo tratará de usar cualquier treta posible para destruir la obra del ministro y desanimarle en sus esfuerzos (2 Timoteo 2.11).
Todo hombre que entra en el ministerio de Cristo tiene que saber bien del tremendo peso de la responsabilidad y de las duras batallas que tiene que pelear.
Hay ciertas cargas adicionales que caen sobre los hombros de los predicadores, y que se vuelven insoportables para algunos.
  1. Está la carga de trabajar con una congregación que no proporciona apoyo. Aunque parezca extraño, muchas congregaciones emplean a un hombre para trabajar como evangelista y luego se niegan a dar apoyo al trabajo que él quiere hacer. A menudo, el hombre que ocupa el púlpito es criticado negativamente por las mismas personas que le piden que les predique. Pablo sintió el trato ingrato que recibió de los cristianos de Corinto (2 Corintios 11.7-9). Aun más difícil es cuando el ministro es dejado solo en su lucha contra el pecado y los pecadores. Varios son los ministros que han sido triturados en su espíritu porque nadie se puso del lado de ellos en lo más duro del conflicto. Jesús sabía lo amargo que era esta copa, y Pablo también (Marcos 14.50; 2 Timoteo 4.16).
  2. Otra carga para el hombre de Dios es la falta de aprecio por la obra que hace. Es algo básicamente humano sentir aprecio por el que da su vida en servicio. Muchos predicadores abandonan el púlpito a causa del desdén mostrado por las congregaciones. aunque no podemos justificar el abandono del púlpito, es más condenable la ingratitud para con el ministro (Hechos 20.27).
  3. Está la carga de un grupo de líderes que no dan apoyo. Los líderes piden a un hombre que venga a trabajar con ellos de manera que la voluntad de Dios sea hecha en la congregación y en la comunidad. El trabajo de ellos consiste en supervisar la iglesia (Hechos 20.28). El de él consiste en predicar la palabra divina (2 Timoteo 4.2). Hay muchos líderes (miembros de Junta), que le piden al predicador, que además de hacer el trabajo de él, también haga el trabajo que a ellos les corresponde. Esto es mucho trabajo para un sólo hombre. Además esto va en contra del plan de Dios. Los predicadores a menudo se sienten agobiados por líderes que no los apoyan cuando los miembros carnales se resisten a la enseñanza de la doctrina sana y saludable (2 Timoteo 4.1-3). Es algo realmente doloroso cuando un hombre es dejado solo ante los ataques que se hacen contra él. Nuestra oración ha de ser que Dios nos dé miembros de Junta con integridad, ¡que nunca dejen que un elemento mundano crucifique a un buen hombre! Que tengamos líderes que no sacrifiquen al predicador a causa de las presiones financieras o las amenazas de los poderosos de la iglesia. Que más bien alcen sus brazos como lo hicieron Aarón y Hur por Moisés (Éxodo 17.12).
  4. Está la carga de una esposa que no da apoyo. Un hombre casado nunca podrá hacer lo mejor por el Señor a menos que tenga una esposa fiel y que le dé apoyo firme. Muchos son los predicadores que han hecho una buena obra debido a la ayuda eficaz de sus esposaas. Pobre, por otro lado, del predicador que tiene que trabajar en la obra del Señor con la carga de una mujer que no le importa el ministerio. Peor aun es la compañera que está en contra de la carrera de predicar el Evangelio. Muchos son los hombres que han sido avergonzados por una mujer que no tiene amor para Dios y para la iglesia. En ocasiones, hay predicadores que triunfan, no por sus esposas, sino a pesar de ellas. Pero si los tales han podido hacer tan buen trabajo con esa carga, ¿cómo les iría sin tales mujeres? Ciertamente, si una mujer es cristiana, ella ayudará a su esposo en cualquier profesión honorable que tenga. ¿Cuánto más no será en el servicio del ministerio de Dios? Si él ha de honrarla como el vaso más frágil, ella puede honrarlo como su esposo (1 Pedro 3.5-6), cabeza (Efesisos 5.23), y hombre de Dios (1 Tesalonicenses 5.13).

Conclusión: Vivimos en una época en que hay pocos predicadores. Muchos están abandonando la carrera del ministerio. No hay momento de la historia como este en que se necesitan más evangelistas que lleven la Palabra a los perdidos, y que fortalezcan a los hermanos en su lucha contra el pecado.

Oremos todos cada día para que el Señor nos ayude a llevar las cargas de los hermanos que predican en vez de ser una carga para ellos (Gálatas 6.2).

-Tomado de La Voz Eetrna.

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lunes, 6 de julio de 2009

LOS PELIGROS DE LA PREDICACIÓN

Por John Waddey
Muchos piensan que la predicación es una labor fácil, con pocas demandas, pocos problemas, pocos riesgos y pocos peligros. Tales personas no tienen un entendimiento claro del trabajo y los desafíos que la predicación presenta.
  1. Como tiene que agradar a Dios antes que a los hombres, el predicador se encontrará en peligro constantemente. Si quiere comprometerse para agradar a los hombres, entoncess no será siervo de Jesucristo.Esto hará que muchas veces no quede bien con la comunidad, y en ocasiones tampoco con los miembros de la Iglesia.
  2. Tiene que predicar todo el consejo de Dios(Hechos 20.26-27). Esto quiere decir que a veces predicará mensajes que no todos los de la congregación apreciarán. Dirán que tales lecciones no se necesitan (que en realidad quiere decir que no son populares). Su lealtad a su llamado lo pondrá en peligro de generar la ira de los miembros carnales. Puede hasta perder el puesto de predicador. El apóstol Pablo les dijo a los hermanos: «¡Ahora resulta que, por decirles la verdad, me he hecho enemigo de ustedes!» (Gálatas 4.16 TLA*).
  3. Predicará de temas que se necesitan, aunque no se quieran o aprecien. Ha recibido el mandato: «Tú anuncia el mensaje de Dios en todo momento. Anúncialo, aunque ese momento no parezca ser el mejor. Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala; instrúyela con mucha paciencia» (2 Timoteo 4.2 TLA). Ezequiel se encontró en la misma situación: «Dios me dijo: "Quiero que lleves un mensaje para el pueblo de Israel..., a pesar de que hablan tu idioma, son tan necios y rebeldes que te van a ignorar, como me han ignorado a mi"» (Ezequiel 3.4, 7 TLA). Aquí tenemos a un predicador con una tarea muy dura. Pero Dios le dio fortaleza para cumplir su ministerio (Ezequiel 3.8-9).
  4. El predicador tiene que enseñar la palabra de Dios sin hacer acepción de personas. No se puede ser fiel a Cristo y hacer distinción de personas (Santiago 2.1). Si un hombre favorece a una persona por su riqueza, su raza o influencia, el tal es condenado por Dios como transgresor (Santiago 2.9). Muchos hombres de Dios han estado en peligro por no favorecer a aquellos que están en poder.
  5. Por causa del éxito en su labor, muchos sentirán envidia y celos de él. Pablo se encontró con predicadores que «lo hacen sólo por competir conmigo, o porque me envidian..., y sólo quieren crearme más problemas aquí en la cárcel» (Filipenses 1.16-17 TLA). Fue la envidia lo que movió a los judíos a crucificar a Cristo (Mateo 27.18). Cuando un hermano tiene envidia del predicador, puede convertirse en un crítico de su vida y su labor, tratando de encontrarle fallas en todo tiempo. Los errores que comete son amplificados y lo bueno que hagan no se toma en cuenta.
  6. Los hermanos pueden ponerse en contra del predicador, si éste tiene el valor de señalarles sus faltas. Por esto mismo Diótrefes, que amaba el primer lugar, condujo una campaña en contra del apóstol Juan (3 Juan 9-10).
  7. Hay quienes buscan la manera de sacar fuera al predicador al poner en tela de juicio su integridad y honestidad en su trabajo. Pablo se encontró con eso en Corinto. Podemos determinar la naturaleza de los ataques por la manera en que se defendió: «... yo no los engañé por medio de las personas que les envié» (2 Corintios 12.17 TLA). También dijo: «Espero que reconozcan que nosotros sí hemos pasado la prueba» (2 Corintios 13.6). Un predicador se hace vulnerable ante las personas que no tienen escrúpulos, y que logran convencer al resto de la congregación de que algo anda mal con el predicador.
  8. No sería justo concluir este artículo sin mencionar que los premios que el predicador recibe son más grandes que sus tribulaciones. Hay que recordar que Cristo dijo: «Dios los bendecirá a ustedes cuando, por causa mía, la gente los maltrate y diga mentiras contra ustedes. ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! Porque van a recibir un gran premio en el cielo. Así malrataron también a los profetas que vivieron antes que ustedes» (Mateo 5.11-12 TLA). Pablo reconoció bien esta situación: «Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él» (Romanos 8.18 TLA).

Judas dejó que Satanás entrara en su corazón, y le impulsó a traicionar a Jesús, el Hijo de Dios. Mi oración es que nunca dejemos que el diablo nos use para traicionar a un siervo del Señor que dedica su tiempo a predicar el Evangelio.

-Tomado de "La Voz Eterna", mayo 1981.

sábado, 4 de julio de 2009

U N I D O S

LOS HOMBRES TIENEN SUS IDEAS ACERCA DE LA UNIDAD. DIOS TAMBIÉN LAS TIENE.
¡No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos en armonía! (Salmo 133.1 TLA*). No pido sólo por ellos, sino también por los que creerán en mí cuando escuchen su mensaje. Te pido que se mantengan unidos entre ellos, y que así como tú y yo estamos unidos, también ellos se mantengan unidos a nosotros. Así la gente de este mundo creerá que tú me enviaste. Yo les he dado a mis seguidores el mismo poder que tú me diste, con el propósito de que se mantengan unidos. Para eso deberán permanecer unidos a mí, como yo estoy unido a ti. Así la unidad entre ellos será perfecta, y los de este mundo entenderán que tú me enviaste, y que los amas tanto como me amas tú. ( Juan 17.20-23 TLA). Porque cuando fueron bautizados, también quedaron unidos a Cristo, y ahora actúan como él (Gálatas 3.27 TLA). En cambio, quien se une al Señor Jesús se hace un solo cuerpo espiritual con él (1 Corintios 6.17 TLA). ...todos fuimos bautizados por el mismo Espíritu Santo, para formar una sola iglesia y un solo cuerpo. A cada uno de nosotros Dios nos dio el mismo Espíritu Santo (1 Corintios 12.13 TLA). Hagan todo lo posible por vivir en paz, para que no pierdan la unidad que el Espíritu les dio (Efesios 4.3 TLA). Hermanos míos, yo les ruego, de parte de nuestro Señor Jesucristo, que se pongan todos de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Al contrario, vivan unidos y traten de ponerse de acuerdo en lo que piensan (1 Corintios 1.10 TLA). Por eso, si llevas al altar del templo una ofrenda para Dios, y allí te acuerdas que alguien está enojado contigo, deja la ofrenda delante del altar, ve de inmediato a reconciliarte con esa persona, y después de eso regresa a presentar tu ofrenda a Dios (Mateo 5.23-24 TLA). Así que ¡tengan cuidado con lo que hacen. si tu amigo te hace algo malo, llámale la atención. Si te pide perdón, perdónalo. No importa si en un solo día te hace muchas maldades; si él te pide perdón, perdónalo (Lucas 17.3-4 TLA). Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: -Señor, si un miembro de la iglesia me hace algo malo, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Sólo siete veces? Jesús le contestó: -No basta con perdonar al hermano solo siete veces. Hay que perdonarlo una y otra vez; es decir, siempre Mateo 18.21-22 TLA)
Queridos hermanos, les ruego que se fijen en los que causan pleitos en la iglesia. Ellos están en contra de todo lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de esa gente (Romanos 16.17 TLA). A los que siempre están peleando en la iglesia, llámenles la atención una o dos veces. Si no te hacen caso, apártate de ellos (Tito 3.10 TLA). Cristo es quien va uniendo a cada miembro de la iglesia, según sus funciones, y quien hace que cada uno trabaje en armonía, para que la iglesia vaya creciendo y cobrando más fuerza por causa del amor (Efesios 4.16 TLA).
*TLA= Traducción en lenguaje actual.

viernes, 3 de julio de 2009

LA IGLESIA DE LOS FILIPENSES: UNA IGLESIA EJEMPLAR

Por: Luciano Grillo Gutiérrez
La iglesia de los filipenses fue organizada en una manera singular, diferente a las otras iglesias que el apóstol Pablo fundó.
El evangelista Lucas nos narra los sucesos ocurridos durante la estadía de Pablo en la ciudad de Filipos en su segundo viaje misionero (Hch 16.11-32).
Filipos era la principal ciudad de Macedonia (v. 12), poblada por ciudadanos romanos, quienes gozaban de privilegios especiales, por disposición del césar Octavio Augusto. En esta ciudad se predicó por primera vez el evangelio, siendo esta ciudad la puerta de entrada para la predicación de las buenas nuevas en Europa.
La iglesia de los filipenses llegó a ser muy amada por el apóstol Pablo. A esta iglesia, que estuvo en el centro de su corazón, Pablo le escribe una carta que es la más personal de cuantas poseemos del apóstol, en la cual predominan dos notas importantes: 1) el gozo que caracteriza a una fe madura, y 2) el amor de Pablo a la iglesia de Filipos. Es también el testimonio de una sentir gozoso y de mutua gratitud: de Pablo hacia los filipenses, que lo habían socorrido en momentos muy difíciles para él; y de los filipenses hacia Pablo, agradecidos por la labor que entre ellos había realizado.
Esta iglesia no fue una iglesia exclusiva, fue más bien una iglesia inclusiva la cual se forma con los primeros convertidos en Europa: Lidia y su familia (Hch 16.14-15); la muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual fue liberada (Hch 16.18-19); el carcelero de Filipos y su familia (Hch 16.30-34).
Esta iglesia surge como consecuencia a la sumisión de Pablo a la soberanía del Espíritu Santo. En Hechos 16.6-10 el escritor sagrado nos muestra que el Espíritu Santo le prohibió a Pablo hablar la Palabra en Asia Menor. Estando Pablo en Troas, una noche tuvo una visión en la cual un varón macedonio le ruega pasar a Macedonia para ayudarles. Pablo, dando por cierto que Dios lo llamaba para que anunciara el evangelio en ese lugar, va inmediatamente.
En esta naciente iglesia encontramos representantes de los tres grandes grupos sociales en que se halla dividida la humanidad: la clase alta, la clase media, y la clase baja.
La clase alta está representada por Lidia y su familia; la clase media está representada por el carcelero y su familia; y la clase baja está representada por la muchacha esclava (que fue liberada del espíritu de adivinación), y por los que servían en la casa del carcelero.
A pesar de que los primeros miembros de esta naciente iglesia pertenecían a las tres grades clases sociales, éstos aprendieron a vivir en armonía y unidad, en un estrecho vínculo de amor, siendo de esta manera la respuesta a la oración y ruego de Jesús de que todos los suyos sean uno para que el mundo crea (Jn 17.11, 21).
Pablo a los Gálatas les escribe: "Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o sin son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales" (3.28 TLA).
Si bien es cierto que los miembros de la iglesia de Filipos reconocían que todos eran uno en Cristo y que no debían haber diferencias o exclusiones por motivos raciales o de clase, también reconocieron y aceptaron los niveles de autoridad eclesiástica en la iglesia: obispos y diáconos, trayendo de esta manera bendición a la iglesia y Pablo se los hace saber en su carta.
Pablo no les escribe a los filipenses para llamarles la atención por problemas que hayan surgido en el seno de la iglesia, como sí lo hace con la iglesia de Corinto, la cual le dio muchos dolores de cabeza al apóstol. La iglesia de Corinto se había dividido en cuatro grupos y confrontaban muchos problemas de comportamiento, así como éticos y un caso de inmoralidad sexual no juzgado.
La iglesia de Filipos es un ejemplo de unidad, de fidelidad al Señor y sometimiento a la palabra de Dios. Encontramos aquí un excelente crecimiento en la gracia y una especial y significativa observancia de un balance insitucional mediante el respeto y reconocimiento de los niveles de autoridad eclesiástica.
La iglesia de los filipenses no fue una iglesia exclusiva, es decir que sólo recibía en su membresía a determinadas personas y excluía a otras. Filipos fue una iglesia inclusiva que con los brazos abiertos recibía en su seno a todos los nuevos creyentes. Debemos mirar constantemente con mucha atención a esta iglesia e imitarla.
La Iglesia del Señor debe ser siempre una iglesia inclusiva que reciba en su seno a todos los que han sido perdonados de sus pecados, como también mantener sus puertas siempre abiertas para recibir a aquellos que vagan por doquier buscando paz para sus almas y no la hallan. Que Dios, nuestro Señor, cierre nuestros ojos a la discriminación racial y de clase.
Jesús nunca hizo acepción de personas. Él sirvió sin mirar a quien. Allí lo encontramos las necesidades de sus conciudadanos, ricos o pobres. También atendió las de los extranjeros como la mujer siro fenicia, o del soldado romano que solicitó ayuda para su siervo que estaba gravemente enfermo.
Si somos seguidores de Jesús debemos cerrar nuestros ojos a la discriminación racial, o de cualquier otro tipo. Debemos amar a todos así como Él nos amó. Dios ama al pecador, y su anhelo es que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
La iglesia de Filipos no sólo fue una iglesia inclusiva que respetaba y reconocía los niveles de auroridad eclesiástica y sabía vivir en armonía, sino que también fue una iglesia que compartió para las necesidades de los santos. Pablo hace mención de esto en el capítulo 4.10-19: «Tuve mucho gozo en el Señor cuando vi florecer en ustedes esa preocupación por mí. En realidad, ustedes pensaban en mí: solamente hacía falta una ocasión. No digo esto por estar necesitado; en efecto, aprendí a acomodarme con lo que tengo: Sé pasar privaciones, como vivir en la abundancia: Estoy entrenado para cualquier momento o situación: estar satisfecho o hambriento, en la abundancia o en la escasez. Todo lo puedo en Aquel que me fortalece.
Sin embargo, hicieron bien al compartir mis pruebas. Filipenses, ustedes lo saben: en los principios del Evangelio, cuando me alejé de Macedonia, ninguna iglesia me abrió una cuenta de gastos e ingresos; solamente ustedes lo hicieron que, durante mi permanencia en Tesalónica, me mandaron dos veces todo lo que necesitaba.
Desde luego no estoy buscando regalos; más me interesa que la cuenta de ustedes vaya subiendo. Por el momento, tengo todo lo que necesito, y más de los que necesito. Tengo de sobra con lo que Epafrodito me entregó de parte de ustedes, y que recibí como esos sacrificios "que agradan a Dios y cuyo olor sube hasta Él". Estoy seguro que mi Dios proveerá a todas las necesidades de ustedes, según su riqueza y generosidad en Cristo Jesús.» (La Biblia Latinoamérica).
Que en esto también imitemos a la iglesia de Filipos. Que aprendamos a suplir las necesidades de aquellos que Dios ha llamado para ser sus ministros, así como también atender las necesidades de los pobres, viudas y huérfanos como lo hacía la Iglesia Primitiva. Dios bendice a la iglesia que está siempre dispuesta a dar, aún con sacrificio.

lunes, 29 de junio de 2009

IR A CASA

"No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar, Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté" -Juan 14.1-3 NVI.
Leí una historia que ilustra bien este punto. Cuando Teodoro Roosevelt era presidente de los Estados Unidos de Norte América, una pareja misionera volvía a casa para jubilarse después de largos años al servicio del Señor en África. Durante el viaje por mar, se enteraron que en el mismo barco estaba el Presidente, que estaba volviendo de uno de sus safaris. Él viajaba en primera clase y ellos apenas en tercera clase. Cuando llegaron a Nueva York, no podían creer cómo recibieron a Roosevelt, los oficiales del gobierno, la prensa, una muchedumbre de gente, incluso una banda ruidosa. Pero nadie estuvo allí para recibirlos a ellos.
Una vez en su pequeño apartamento la esposa notó que su marido estaba inusualmente reservado y aislado, entonces le preguntó cuál era el problema; él le dijo con gran irritación, "¡No te parece injusto que después de todos estos años de servir fielmente al Señor en el campo misionero, hayamos viajado en tercera clase, mientras que el Presidente viajó en primera clase; nadie nos recibió en el muelle mientras que a él lo saludaron como a un héroe. Ahora él está viviendo en una mansión mientras que nosotros estamos aquí en este pequeño apartamento!"
La esposa le preguntó sabiamente: "Le has dicho al Señor cómo te estás sintiendo?" Y él contestó: "no , no lo he hecho todavía, pero lo haré".
Fue un tiempo largo en que el esposo estaba descargando su corazón al Señor. Cuando volvió, la esposa pudo ver que una gran paz había venido sobre él. Ella le preguntó "Le has dicho a Dios cómo te estás sintiendo, ¿y te ha dado Dios alguna respuesta?" Él contestó con tranquilidad: "Él me recordó que todavía no estamos en casa."
Si a veces nos sentimos despreciados y poco valorados por nuestro servicio al Señor, tengamos presente que nuestra recompensa será cuando lleguemos a esa casa donde nos espera el Señor.
Oración: Dios mío, gracias por lo que estás preparando para mí.

EL VALOR DE LA AMISTAD

En todo tiempo ama el amigo, para ayudar en la adversidad nació el hermano.

Proverbios 17.17 NVI


La sociedad actual se parece al individualismo de la mayoría de los pasajeros del Titanic. Se suele juzgar apresuradamente a los amigos de Job. "Consoladores de Job" pasó a ser un término despectivo. La amistad es hoy uno de los grandes valores y recursos para hacer frente a la adversidad, sobre todo la de personas prudentes y virtuosas. No eran amigos superficiales.


Continuaron siendo amigos en la adversidad. Otros (19.14), eran amigos de la prosperidad. Tuvieron compasión de su dolor, si su amigo estaba mal ellos no podían estar bien. Ser misericordioso y compasivo es tener el corazón de Dios. Le acompañaron, se sentaron con él en el dolor como antes se habrían sentado en cómodos almohadones de banquetes. El ministerio del silencio es a veces más importante que el ministerio de las palabras.


Oración: Señor, ayúdame a valorar a mis amigos.

sábado, 27 de junio de 2009

LLENOS DE FRUTOS DE JUSTICIA

Filipenses 1.3-11


La carta del apóstol Pablo a los Filipenses se conoce también como la «Epístola del Gozo». Esta epístola, junto con la dirigida a Filemón, es la más personal de cuantas poseemos del apóstol Pablo. Es el testimonio de un sentir gozoso y de mutua gratitud: de Pablo hacia los filipenses, que lo habían socorrido en momentos muy difíciles para él; y de los filipenses hacia Pablo, agradecidos por la labor que entre ellos había realizado, cuando les visitó durante su segundo viaje misionero.

La Iglesia en Filipos fue la primera que se fundó en Europa, de congregación predominantemente gentil. Esta era una importante "ciudad de la provincia de Macedonia" (Hechos 16.12), y estaba situada sobre la célebre "Vía Egnatia", que comunicaba a Roma con el Asia Menor.

Este texto (Fil 1.3-11) que nos ocupa hoy nos propone una serie de paradigmas que deseo compartir con ustedes. El pasaje refleja una serie de rasgos característicos de la vida cristiana que quiero resaltar, conscientes del papel para el cual el Señor nos ha llamado a desempeñar en nuestro medio.

Como hemos visto, el tema básico de la epístola es el gozo. Un fragmento de una poesía del poeta nicaragüense Rubén Darío, quien, al parecer inspirado en este pasaje, dice: «hemos de estar siempre gozosos, tal dijo Pablo, el elegido, con divina voz, y a través de todos los claros caminos, caminar llevando puesta el alma en Dios». Efectivamente, Pablo pone el alma en Dios, porque sitúa el gozo en el contexto de la oración; dice: «Siempre en todas mis oraciones ruego con gozo por vosotros». El autor de la carta nos invita, como líderes cristianos, a poner nuestra alma en Dios, el sustentador de nuestra fe, a través de una intercesión gozosa. Pablo en toda la epístola se refiere además al gozo de que Jesucristo sea predicado (1.18); el gozo de la fe (1.25); el gozo de ver unidos a los cristianos (2.2); el gozo del sufrimiento por Cristo (2.17); el gozo del encuentro con la persona amada (2.28); el gozo de la hospitalidad cristiana (2.29); el gozo de la firmeza en el Señor (4.1)., Estas son manifestaciones del gozo, todas vigentes para nuestro tiempo y lugar.

Pablo ora también por la comunión de los filipenses. El tema de la unidad es un tema esencial de nuestra fe. El Señor nos está llamando, como líderes de la Iglesia a predicar y a vivir la unidad. El autor de la epístola nos invita a orar y a obrar por nuestra "comunión en el evangelio" , como un punto e arranque para toda la Iglesia. El Señor nos llama a predicar y atrabajar por la unidad en la diversidad, una «comunión en el evangelio desde el primer día hasta ahora», para el beneficio y la propia unidad de nuestro pueblo, razón de ser de la Iglesia; porque como Pablo nos recuerda en el versículo 7, todos nosotros somos participantes con él de la gracia de Dios.

Todo esto, naturalmente no es fácil. El texto también, para ser más real y actual se refiere al sacrificio. En el versículo 6 Pablo dice que confía en que Dios, que comenzó la buena obra en los filipenses, la continúe y complete de tal manera que estén preparados para el «día de Cristo». De modo que el autor considera la vida de cada cristiano como un sacrificio preparado para ofrecerse a Jesucristo, por medio de nuestro prójimo. Es la misma imagen que encontramos en Romanos donde se dice que los fieles ofrezcan sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y aceptable a Dios (12.1).

Pablo también hace referencia al amor. "Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en toda comprensión..." Y ese amor no es un mero sentimiento, es un amor que ha de crecer de continuo en conocimiento y en percepción sensible, para que seamos más y más capaces de distinguir entre el bien y el mal, por lo cual, el amor tiene un componente de corazón, pero también de comprensión. Y es precisamente en este contexto, en que debemos ver el desarrollo del conocimiento, tarea esencial de la Iglesia. Así, ella misma no es vista como un fin en si misma, sino en el contexto del amor, el cual es siempre camino al conocimiento. A la luz de este pasaje debe quedar claro que el Nuevo Testamento esta tratando de expresar el carácter único de la relación entre el creyente y Cristo, la cual comprende un elemento de conocimiento.
Así el Señor, cuando llegue "el día d Cristo" (v. 10) no nos juzgará por nuestros títulos en teología o por el nivel de nuestro conocimiento, sino por la aplicación de este a nuestras obras de amor. Por esta razón, el texto concluye con una invitación a estar "llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo" (v. 11). "Por sus frutos los conoceréis", dice el Señor en los evangelios. De manera que el conocimiento y la comprensión son caminos que nos acercan al amor de Dios, encarnado en Jesucristo.

EN ESTO PENSAD...

Un rabino le preguntó a sus alumnos:
-¿Cuándo, al amanecer, se puede diferenciar la luz de las tinieblas?
Un alumno contestó:
-Cuando me puedo dar cuenta de la diferencia entre una cabra y un burro.
-No -le contestó el rabino.
Otro alumno respondió:
-Cuando me puedo dar cuenta de la diferencia entre una palmera y una higuera.
-No -contestó nuevamente el rabino.
Entonces los alumnos lo presionaron y le preguntaron:
-¿Cuál es, pues, la respuesta?
Y contestó el rabino:
-Cuando mires el rostro de cada hombre y de cada mujer y veas en ellos a tu hermano y a tu hermana. Sólo en ese momento has visto la luz. Todo lo demás es tinieblas.

viernes, 26 de junio de 2009

DIOS ES DIOS

«Lo llamó por su nombre y él contestó: Aquí estoy. Y Dios le dijo: Toma a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas, y vete a la tierra de Moria. Una vez allá, ofrécelo en holocausto sobre el cerro que yo te señalaré» (Génesis 22.1-2 NVI).
No cabe duda que fue Dios el que habló a Abraham. Y tampoco Abraham se equivocó cuando obedeció lo que Dios le había dicho.
Si en esta situación le hubiésemos preguntado a Abraham -"¿Cuál es la voluntad de Dios?"-, él nos hubiera respondido -"Que tome a mi hijo y lo sacrifique"-. Abraham estaba cien por ciento en la voluntad de Dios, cuando tomó a su hijo, la leña y el cuchillo. Tal vez no entendía nada. No sabía el por qué, había escuchado la voz de Dios y estaba obedeciendo. A último momento, cuando ya tenía el cuchillo en la mano, de nuevo apareció Dios, y a través del ángel del Señor, le dijo: -"detente"-.
¿Te encontraste alguna vez en una situación así? Después que trabajaste en un plan que Dios te dio y viste cómo Dios confirmó tu trabajo. Después que experimentaste cómo Dios respondió a tus oraciones y tuviste la paz de saber en el corazón, que realmente estabas caminando en la voluntad de Dios. Cuando faltaba poco para cumplir con la meta; de repente Dios cambió todo. ¿Cuál fue tu reacción? Muchas veces nos enojamos, no entendemos nada y solamente preguntamos ¿por qué?
Cuando Dios nos habla, lo primero que Él espera, es que le obedezcamos. Pero muchas veces lo primero que nosotros hacemos es cuestionar y preguntar el por qué. Siempre tratamos de entender la voluntad de Dios en lugar de obedecerla.. En Isaías 55.8 Dios dice que sus pensamientos son más altos que los nuestros y sus caminos no son nuestros caminos. Si Dios no tiene el derecho de cambiar nuestros planes a último momento, entonces ya no es Dios. Si Dios es el Señor sobre todas las cosas, entonces tiene el derecho de cambiar los planes cuando Él quiera. Dios es Dios.
Señor, estoy dispuesto a obedecerte aunque no lo entienda.
J. S.

ELEMENTOS DEL TRABAJO EN EQUIPO

«Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar» (Marcos 3.14 NVI).
Muchos pueden dar diferentes listas de elementos del trabajo en equipo. Yo quiero mencionar dos que son básicas: el trabajo y el equipo.
En el pasaje vemos que Jesús establece su equipo de trabajo. Estos eran sus discípulos, que luego serían sus apóstoles. La tarea que el Señor Jesús les tenía preparada era anunciar el Reino de Dios mediante la predicación y realizando milagros. Este era el trabajo.
Pero el versículo también dice que los eligió para que estuviesen con Él. Esto implica una interrealción personal. Para que el trabajo del equipo esté bien, el equipo debe estar bien. Jesús no sólo quería darles trabajo, también quería compartir con ellos, comer con ellos, conversar con ello, disfrutar los días lindos y soportar los días malos. Quería establecer un vínculo de amistad y amor con ellos; y también entre ellos.
Si tú trabajas para Dios en un equipo determinado, dos enseñanzas de este versículo te pueden servir:
  • Dios no sólo quiere que trabajes para Él, también quiere que te relaciones con Él. ¿Tienes en cuenta a Dios cuando haces algo? ¿Tomas tiempo para orar y leer la Biblia? Dios quiere desayunar contigo, caminar contigo, descansar contigo. Si tu ministerio es puro trabajo no está del todo bien.
  • Él quiere que des importancia a las relaciones interpersonales en tu equipo de trabajo. Los miembros de tu equipo deben ser amigos. Deben darse tiempo para comer juntos, salir de compras o quizás ir a un parque y disfrutar juntos contemplando la hermosura de la naturaleza. Si las relaciones del equipo están bien, el trabajo saldrá bien.

Recuerda: En el trabajo de equipo, no es todo trabajo; también hay equipo.

F. R.

TODO LO QUE HAGAN, HÁGANLO CON AMOR

"Hagan todo con amor" (1 Corintios 16.14 NVI).
Si entendiéramos en plenitud lo que significa que Dios nos hizo por amor, y nos ha amado desde siempre, se nos terminarían los complejos e inferioridades... porque Él nos ama tal cual somos, independientemente de nuestra condición espiritual, psíquica o física. Por amor, dio a su Hijo por nosotros (Juan 3.16), por amor nos acepta como somos y desea ser nuestro Padre protector.
Permitámosle a Dios que nos envuelva con su amor... para así poder "actuar por amor".
Dios nos hizo de esa manera, por eso desea que vivamos por amor. Si el amor de Dios es nuestro principal motivo para vivir, muchas cosas que nos parecen difíciles se hacen fáciles (1 Corintios 13.1-3).
Si Él lo dio todo por amor ¿no merece la misma respuesta de nuestra parte?
El amor es una decisión del corazón, que comienza cuando recibimos el amor de Dios y decidimos ser fieles a ese amor, respondiendo de la misma manera. Sabiendo que el origen del amor es Dios mismo.
Amando a Dios somos libres de los temores, y en especial somos libres del condicionamiento de que "tenemos que hacer algo" para ser aceptados por Dios.
Amando a Dios, podremos amar a los demás, aún a quienes nos han lastimado. Vivir por amor y servir a Dios por amor es la motivación más importante que podemos tener.
Un profundo amor a Dios mantiene nuestra relación fresca y nos motiva a reconocer nuestros pecados porque no nos gusta lastimar a quienes más amamos.
El amar a Dios nos motiva a serle obedientes en todo y hace de nosotros verdaderos adoradores. ¡Animémonos a amarlo y conocerle cada día más".
F. Z.




viernes, 19 de junio de 2009

UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

ANÁLISIS BÍBLICO
Efesios 4.1-6
LA UNIDAD

* El concepto de unidad no es común en el Antiguo Testamento. Por lo general cuando se habla de algún tipo de unión, se usan las expresiones alianza o pacto, que significan las relaciones recíprocas entre dos partes con todos los derechos y deberes que tal reciprocidad genera (Génesis 15.1-21; 17.1-7; Éxodo 24.7). Dentro y fuera del àmbito bíblico la alianza o pacto era algo sagrado y se realizaba bajo la proteción y vigilancia de una divinidad. En la tradición israelita se pueden enumerar varias alianzas o pactos, tanto a nivel horizontal entre hombres y/o naciones, y otras en sentido vertical entre estos y Dios.
* En los evangelios la unidad que se enfatiza es la del Padre y el Hijo (Lucas 2.49; Juan 14.9-11) aunque no se banadona el valor de la comunión de unos con otros (Juan 17.21).
* En las cartas paulinas el concepto de unidad se hace presente de forma reiterada, ya que el Apóstol se percató, desde el mismo comienzo de su ministerio, de que era la única garantía para el éxito. El libro de Los Hechos, por su parte afirma la misma idea desde sus inicios (Hechos 2.44; 5.12).
EL TEXTO Y SU CONTEXTO
Cuando Pablo escribía su carta a los Efesios estaba en la prisión romana esperando comparecer ante Nerón. El Apóstol manifiesta que no se siente preso a cuasa de las leyes romanas, sino a consecuencia de su fidelidad al Evangelio. Por esta razón se proclama: preso en el Señor.
En los tres primeros versículos enumera cinco de los grandes conceptos de la fe cristiana. El primero es la humildad, llamada por muchos "el cofre de todas las virtudes". Después habla de la mansedumbre a la cual le sigue la paciencia y el amor, todo lo cual conduce a la paz.
En apretada síntesis relaciona lo que consideraba la base firme de toda unidad:
1. Un cuerpo: la Iglesia de la cual Cristo es cabeza.
2. El Espíritu: aliento vivificador del cuerpo de la Iglesia.
3. Una Eperanza: todos marchamos hacia la misma meta.
4. Un Señor: Jesucristo (Filipenses 2.11).
5. Una fe: lo cual no significa un solo credo o una sola liturgia.
6. Un bautismo: expresión más alta del testimonio cristiano.
7. Un solo Dios: por todo y para todos.

viernes, 12 de junio de 2009

LA CONSTANCIA DE JOSÉ

José a través de la vida probada y afligida, podía sentir el espíritu de Dios que lo acompañaba. En el sufrimiento forjó su espíritu, desarrolló dones y también el fruto del Espíritu Santo.
Podemos observar algunas características que distinguieron su vida:
-Disciplina en el sufrimiento.
-Confió siempre en la Justicia de Dios.
-Se mantuvo heroicamente fiel a Dios.
-Se elevó desde la prisión al trono, de la humildad al máximo honor.
Todos estos pasos no se debieron a cualidades humanas, sino que el Espíritu Santo lo guió en todas las circunstancias y le dio poder para sobrellevarlas en victorias y santidad.
Nos toca a nosotros ser sensibles a su presencia, caminando en sus caminos, sin rebelarnos.
El soberbio rey de Egipto tuvo que ser el primero en reconocerlo, de la misma manera la gente que te rodea, ¿puede decir que el Espíritu de Dios está en tu vida? El mundo debe glorificar a Dios por nosotros, obligados a hacerlo por la sabiduría, templanza y virtudes del Señor reflejadas en nuestras vidas.
¿Podremos encontrar una persona así, en quien repose el espíritu de Dios? Luego le dijo a José: -Puesto que Dios te ha revelado todo esto, no hay nadie más competente y sabio que tú.
Génesis 41.38-39.

EL LEÑADOR

LA ZORRA Y EL LEÑADOR
Una zorra era perseguida por unos cazadores cuando vio a un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.
De inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
Con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron las señas de la mano y se confiaron en lo dicho por su palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
El leñador le reprochó que a pesar de haberla salvado, no le diera las gracias, a lo que la zorra respondio:
-Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.
«No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras» - Esospo

jueves, 11 de junio de 2009

YO TAMBIÉN

«...he decidido escribírtelo ordenadamente, para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron» (Lucas 1.3-4 NVI).

Muchos piensan que sólo los que pasaron por un Seminario Bíblico pueden ser misioneros y que las misiones sólo son para maestros y predicadores. Lucas no era un teólogo, sino un hombre de ciencia, un historiador y médico. Y sin embargo él contribuyó con sus habilidades en el cumplimiento de la Gran Comisión. Cuando dijo: "me parceció también a mí" se ve a sí mismo no sólo como un recipiente del evangelio, sino a alguien que podía hacer algo más. Sus dos grandes aportes son:

a) Se hizo misionero bivocacional acompañando a Pablo en sus viajes, apoyando con conocimientos médicos y aprovechando el tiempo para tomar notas que luego le servirían para escribir el libro de los Hechos de los Apóstoles.

b) Su gran obra literiaria-científica de dos tomos (el Evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles), una investigación histórica de primera mano, entrevistando a los mismos testigos oculares, que ha traído bendición a miles de millones de personas hasta hoy.

¿Cuántos conocimientos y habilidades hemos adquirido? Es hora también de dar y no sólo de recibir. Lucas fue un hombre que puso a disposición de Dios lo que tenía y lo que sabía. Su expresión "me pareció también a mí", muestra su iniciativa propia de ver cómo podría ayudar... y lo hizo.

¿Estás dispuesto tú a entregar lo que tienes para que el nombre de Jesús sea conocido?

F.R.

EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA

El apóstol Pablo tenía muy claro que el secreto de una vida cristiana agradable a Dios era una vida llena de agradecimiento (Colosenses 2.6-7). Y así también nos advierte que en los últimos tiempos los hombres serían ingratos (2 Timot3eo 3.1-5).
Y efectivamente, vivimos en un mundo que todo el tiempo está creando ambiciones y con mucha facilidad nos vemos envueltos en una constante insatisfacción por lo que tenemos y somos, en donde nunca nada es suficiente.
Muy contrario al espíritu del mundo, Dios nos dice: «Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: "Nunca te dejaré, jamás te abandonaré"» (Hebreos 13.5 NVI).
Pero no sólo se trata de dar gracias por lo que "tenemos", sino también por todo lo que "nos sucede".
Dar gracias a Dios en los momentos difíciles nos ayuda a levantar la mirada del problema y ver las cosas desde otra óptica. Una actitud agradecida fortalece nuestra fe, para creer que Dios puede encargarse de nuestras circunstancias.
Ser agradecidos por todo debe ser parte de nuestro estilo de vida, es una decisión del corazón. Debe convertirse en una reacción natural de nuestro carácter, el hábito de nuestro pensamiento.
Si practicamos el dar gracias por las dificultades, sin quejarnos, veremos como el Gozo del Señor va a ser nuestra fortaleza y la obra del Espíritu en nosotros será cada día más efectiva.
¿Te imaginas el poderoso testimonio que tu vida agradecida será para otros? ¿Cuántos quisieran tener a Jesús en sus vidas también?
«Den gracias a Dios en toda situación, porque esa es Su voluntad para ustedes en Cristo Jesús» (1 Tesaloncienses 5.18 NVI).

jueves, 4 de junio de 2009

JESÚS EN EL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN

Por Luciano Grillo Gutiérrez
El relato que el apóstol Mateo nos hace del hermoso evento de la Transfiguración de Jesús, en compañía de tres de sus discípulos, y que ha servido de inspiración a pintores para hacer cuadros hermosos sobre el tema, encierra una enseñanza espiritual de gran trascendencia para nosotros.
Mateo al narrar este incidente en la vida de Cristo (17.1-8), nos muestra que el Maestro de Galilea y sus discípulos tuvieron alrededor de seis días de preparación, aparentemente después de la Gran Confesión y las enseñanzas dadas en esa ocasión, para que ellos llegasen a ser testigos de la Transfiguración de Cristo.
Esto indica que hubo un esfuerzo grande antes de llegar a este evento glorioso. La transfiguración era para los discípulos; Cristo no la necesitaba, pero ellos sí, y por esto fueron testigos de la misma.
Jesús escudriñaba siempre las Escrituras leyendo acerca de los antiguos profetas, lo cual hizo que Pedro, Jacobo y Juan se interesaran también en dicho estudio.
Después de muchos días que aquellos hombres estarían luchando por descubrir la verdad de los escritos de los profetas, fueron llevados por Jesús a un momento alto, donde al fin encontraron la verdadera revelación de Moisés y Elías. Ellos se encontraron en presencia de la eternidad, la gloria, y los visitantes hacían esto patente. Todo este acontecimiento estaba dispuesto para enseñar verdades espirituales.
Uno de los propósitos de la Transfiguración era fortalecer la fe de estos tres discípulos en la naturaleza divina de la Persona de Cristo, para que resistieran la sacudida de los días sombríos que se acercaban. Era también el gran testimonio culminante desde el cielo, de que Jesús era Aquél en quien todas las profecías del Antiguo Testamento convergían y hallaban su cumplimiento. Allí, mientras Jesús oraba (Lucas 9.29), un fulgor interior cambió su fisonomía. Jesús se estaba manifestando a Sí mismo como el Hijo de Dios, superior a Moisés y a Elías que estuvieron allí como representantes de la Ley los Profetas.
Muchas veces sucede que estamos como enredados en un problema cualquiera, hasta que nos aislamos de la muchedumbre que nos rodea y damos a nuestro caso todo el cuidado que este requiere, y al fin somos iluminados, descubriendo verdades que hasta entonces desconocíamos.
Muchos han sido convertidos de malos en buenos, después de un profundo estudio de la Biblia, la eterna palabra de Dios.
Se interesa uno en conocer alguna verdad religiosa y al fin recibe una revelación espiritual que le pone en aptitud de poder vivir desde entonces en constante comunión con Dios.
Esos creyentes, después de convertidos, viven de manera tan distinta de cómo vivían antes, que sus vidas se vuelven completamente transfiguradas.. ¡Dios premia al que le busca!
Muchos seres humanos han tenido el privilegio de subir al Monte de la Transfiguración, viendo en un momento dado cosas que en muchos días y semanas, les estaban ocultas.
En la actualidad, lo mismo que en los días de Jesús, la gente vive despreocupada de toda<>
Esos seres materialistas, sin más ideales que reunir dinero, continúan en el montón, sin intentar4 descubrir verdad alguna. No así aquellos que imitan a Jesús, se alejan de la muchedumbre, y allá en un lugar aparte, son transformados, resplandeciendo como un sol, como Moisés en el monte Sinaí (Éxodo 34.20).
Si deseamos descubrir grandes verdades y tener una íntima comunión con Dios, vayamos a un lugar aparte, estudiemos las Escrituras, meditemos en ellas y oremos, hasta que seamos henchidos de una visión espiritual, como en el caso de Jesús y sus discípulos.
Necesitamos de estudio y meditación de las Escrituras, y oración para que tengamos el privilegio de una revelación por el estilo de Pedro, Jacobo y Juan en el glorioso evento de la transfiguración de Jesús. Nuestra experiencia tiene que ser renovada cada día. No podemos vivir en la de ayer.