jueves, 11 de junio de 2009

EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA

El apóstol Pablo tenía muy claro que el secreto de una vida cristiana agradable a Dios era una vida llena de agradecimiento (Colosenses 2.6-7). Y así también nos advierte que en los últimos tiempos los hombres serían ingratos (2 Timot3eo 3.1-5).
Y efectivamente, vivimos en un mundo que todo el tiempo está creando ambiciones y con mucha facilidad nos vemos envueltos en una constante insatisfacción por lo que tenemos y somos, en donde nunca nada es suficiente.
Muy contrario al espíritu del mundo, Dios nos dice: «Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: "Nunca te dejaré, jamás te abandonaré"» (Hebreos 13.5 NVI).
Pero no sólo se trata de dar gracias por lo que "tenemos", sino también por todo lo que "nos sucede".
Dar gracias a Dios en los momentos difíciles nos ayuda a levantar la mirada del problema y ver las cosas desde otra óptica. Una actitud agradecida fortalece nuestra fe, para creer que Dios puede encargarse de nuestras circunstancias.
Ser agradecidos por todo debe ser parte de nuestro estilo de vida, es una decisión del corazón. Debe convertirse en una reacción natural de nuestro carácter, el hábito de nuestro pensamiento.
Si practicamos el dar gracias por las dificultades, sin quejarnos, veremos como el Gozo del Señor va a ser nuestra fortaleza y la obra del Espíritu en nosotros será cada día más efectiva.
¿Te imaginas el poderoso testimonio que tu vida agradecida será para otros? ¿Cuántos quisieran tener a Jesús en sus vidas también?
«Den gracias a Dios en toda situación, porque esa es Su voluntad para ustedes en Cristo Jesús» (1 Tesaloncienses 5.18 NVI).

0 comentarios: