¡Déjalo así por ahora! Es menester que cumplamos lo que Dios ha dispuesto.
Hacer tu voluntad, Dios mío, me agrada; tu ley la llevo dentro de mí.
No piensen ustedes que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque de cierto les digo que, mientras existan el cielo y la tierra, no pasará ni una jota ni una tilde de la ley, hasta que todo se haya cumplido.-El Señor es justo, y por eso quiso honrar y engrandecer sus enseñanzas.-Si la justicia de ustedes no es mayor que la de los escribas y los fariseos, ustedes no entrarán en el reino de los cielos.
Porque Dios ha hecho lo que para la ley era imposible hacer, debido a que era débil por su naturaleza pecaminosa: por causa del pecado envió a su Hijo en una condición semejante a la del hombre pecador, y de esa manera condenó al pecado en la carne, para que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros, que no seguimos los pasos de nuestra carne, sino los del Espíritu.-Porque el cumplimiento de la ley es Cristo, para la justicia de todo aquel que cree.
Mateo 3.15; Salmo 40.8; Mateo 5.17, 18; Isaías 42.21; Mateo 5.20; Romanos 8.3, 4; 10.4.
Versión: Reina-Valera Contempránea - 2011
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