sábado, 21 de julio de 2012

LUZ PARA EL COTIDIANO VIVIR (41)

La lámpara del cuerpo es el ojo. Cuando tu ojo es bueno, también todo  tu cuerpo  está lleno de luz

      Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu  de Dios, porque para  él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente.-Ábreme los ojos para contemplar  las grandes maravillas de tus enseñanzas.
      Jesús dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espiritu del Señor. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas surgiera la luz, es quien brilló en  nuestros corazones para que se revelara el conociemiento de la gloria en el rostro de Jesucristo.
      El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. Que Dios les dé la luz necesaria para que sepan cuál es la esperanza a la cual los ha llamado, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.

      Lucas 11.34; 1 Corintios 2.14; Salmo 119.18; Juan 8.12; 2 Corintios 3.18;  4.6; Efesisos 1.17, 18.

Versión: Reina-Valera Contemporánea

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