sábado, 16 de junio de 2012

LUZ PARA EL COTIDIANO VIVIR (21)

Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará.

      Él es como fuego purificador, como el jabón de lavanderos. Se sentará para refinar y limpiar la plata, es decir, limpiará y refinará a los hijos de Leví como se refinan el oro y la plata, para que ellos le presenten al Señor las ofrendas justas.
      Nos regocijamos  en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.-Si ustedes soportan la disciplina, Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no discipline? Pero si a ustedes se les deja sin la disciplina que todo el mundo recibe, entonces ya no son hijos legítimos, sino ilegítimos. Claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes; pero espués de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia. Levanten, pues, las manos  caídas y las rodillas entumecidas.

      Juan 15.2; Malaquías 3.2, 3; Romanos 5.3-5; Hebreos 12.7, 8, 11, 12.

Versión: Reina-Valera Contemporánea - 2011

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