sábado, 30 de abril de 2011

30 DÍAS CON JEREMÍAS

A partir de hoy, Dios mediante, estaremos teniendo un encuentro con Jeremías por treinta días. Es mi anhelo que este estudio sirva de bendición para cada uno de ustedes.




Introducción.- Poco sabía Jeremías lo que iba a ser de su vida, aquel día en que recibió el llamado de Dios. Como vamos a ir descubriendo, a lo largo de estos encuentros: su actividad profética es amplia. Jeremías sirve a Dios algo más de cuarenta años y en una situación histórica muy especial para la nación de Israel, que se ubica en el siglo VII aC.




Texto para estudio: Jeremías 1.1-5




¿QUIÉN SOY?


Jeremías desciende de una familia de sacerdotes. ¿Qué influencia tuvo esto para su ministerio? ¿Qué palabras del texto describen la participación de Dios en la vida de Jeremías


Jeremías fue un hombre polémico, de denuncia, coraje, angustiado, maltratado, pero perseverante. Hoy, más de 2500 años después, decimos de personas como por ejemplo, que Martin Luther King, "fue un Jeremías".


¿Qué características en Jeremías lo impulsaban a llevar una vida tan gigantesca?


Detalles personales (1.1)


Su nombre significa algo parecido a "el Señor encuentra", o "el Señor exalta". Miembro de una familia de sacerdotes, Jeremías había recibido instrucción en la fe de Israel.


Su pueblo, Anatot, estaba a 5 kms. de la capital, Jerusalén, lo que le permitía estar al tanto de lo que sucedía en la vida nacional.


El Ministerio de Jeremías (1.2-3)


El Señor era la fuente de sus mensajes (profecías) y las palabras del profeta eran las del Señor mismo y por esto, Jeremías sabía que se cumplirían.


El ministerio de Jeremías fue largo; en esos cuarenta años permaneció fiel a Dios, incluso cuando había momentos cuando todo indicaba que no tendría éxito.


Un hombre que se sentía seguro de pertenecer a Dios (1.4-5)


Las palabras del Señor le recordaban a Jeremías, y nos recuerdan a nosotros, que toda persona entra al mundo con un propósito divino, guiada por los designios de Dios. Por un lado esto afirma las posibilidades que Dios ofrece, y por el otro, nos recuerda que el crecimiento como discípulo depende de la voluntad de Dios y el esfuerzo que cada uno le dedica.


Si dentro de unos veinte años, llegaras a escribir tu biografía: «Dichos y hechos de...(pon tu nombre)", ¿qué lugar tuvieron tu familia, tu pueblo y tu Señor en tu formación y tu vida? Con el anciano apóstol Juan, ¿puedes afirmar, "¡Miren qué amor tan inmenso el del Padre, que nos proclama y nos hace ser hijos suyos!"? (1 Juan 3.1 BLPH).


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