jueves, 21 de abril de 2011

CORAZONES RECEPTIVOS

Gedeón llega en un momento oportuno para escuchar un relato sorprendente entre dos madianitas (Jueces 7.13-18). Dios lo había llamado para liberar a Israel, precisamente de los madianitas. Pero Gedeón no se veía como «un varón esforzado y valiente» (6.12). Ahora Dios le demostraba que estaba con él y le aseguraba un triunfo seguro. Entonces se anima, se postra y adora a Dios.


¿Te has sentido alguna vez abatido, con temor porque la tarea que Dios te encomendó es muy grande?


No temas, él te dará las fuerzas necesarias para emprender la tarea. Este es el estilo de Dios, te llama para una tarea y te da el poder para realizarla. Para que podamos decir al final: «Lo hemos hecho en el poder de Su fuerza»

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