¿Como puedo pagarle al Señor por tanta bondad que me ha demostrado?
Salmo 116.12
En todo país y en todo reino hay una moneda para comprar, cobrar o pagar. En el corazón de cada uno se maneja una moneda llamada gratitud.
Al igual que todas, puede devaluarse o puede incrementar su valor.
Es la que nos ayuda a saber cuánto valen las cosas y cuánto estamos dispuestos a pagarlas.
Hay una única moneda que el Señor recibe, la gratitud expresada en todo lo que hacemos con nuestra vida. La gratitud que te lleva a vivir una vida de servicio, entrega y compromiso.
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