El fruto del Espíritu es amor.
Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.-Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Para ustedes, los que creen, él es de gran valor.-Nosotros lo amamos a él, porque él nos amó primero.
El amor de Cristo nos lleva a actuar así, al pensar que si uno murió por todos, entonces todos murieron; y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Dios mismo les ha enseñado que ustedes deben amarse los unos a los otros.-Este es mi mandamiento: Que se amen unos a otros, como yo los he amado.-Por sobre todas las cosas, ámense intensamente los unos a los otros, porque el amor cubre infinidad de pecados -Vivan en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda y sacrificio a Dios, de aroma fragante.
Gálatas 5.22; 1 Juan 4.16; Romanos 5.5; 1 Pedro 2.7; 1 Juan 4.19; 2 Corintios 5.14, 15; 1 Tesalonicences 4.9; Juan 15.12; 1 Pedro 4.8; Efesios 5.2.
Versión: Reina-Valera Contemporánea - 2011
0 comentarios:
Publicar un comentario