¡Que el Señor te bendiga, y te cuide!
La bendición del Señor es un tesoro; nunca viene acompañada de tristeza.-Tú, Señor bendices al hombre justo; tu favor lo rodea, como un escudo.
El Señor no dejará que resbales; el que te cuida jamás duerme. Toma en cuenta que nunca duerme el protector de Israel. El Señor es tu protector; el Señor es como tu sombra: ¡siempre está a tu mano derecha! El Señor te librará de todo mal; el Señor protegerá tu vida. El Señor te estará vigilando cuando salgas y cuando regreses, desde ahora y hasta siempre.-Noche y día cuido para que nadie la dañe.
Padre santo, a los que me has dado, cuidalos en tu nombre. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los cuidaba en tu nombre; a los que me diste, yo los cuidé.
El Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Números 6.24; Proverbios 10.22; Salmos 5.12 y 2.3-5, 7, 8; Isaíaas 27.3; Juan 17.11, 12; 2 Ti-moteo 4.18.
Versión: Reina -Valera Contemporánea - 2011
0 comentarios:
Publicar un comentario