martes, 25 de septiembre de 2012

ALIENTO ESPIRITUAL

Quiero decirles, hermanos, que el tiempo se acorta.

    Todos los que nacemos de una mujer vivimos muy poco y sufrimos damasiado. Somos como las flores: al cortarlas se marchitan; somos como sombras: efímeras y pasajeras.-El mundo y sus deseos pasan; pero el que  hace la voluntad de Dios permanece para siempre.-Pues así como en  Adán todos mueren, también en Cristo  todos serán vivificados. Devorada será la muerte por la victoria.-Si vivimos, para el Señor vimos, y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos, somos del Señor.
    Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
    No pierdan la confianza, que lleva consigo una gran recompensa. Lo que uestedes necesitan es tener paciencia; para que, una vez que hayan hecho la voluntad  de Dios, reciban lo que él ha prometido darnos. Porque dentro de muy poco tiempo el que ha de venir, vendrá y no tardará.-La noche ha avanzado, y se acerca el día. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas, y revistámonos de las armas de la luz.-El fin de todo se acerca. Por lo tanto, pórtense juiciosamente y no dejen de orar.

    1 Corintios 7.29; Job  14.1, 2; 1 Juan 2.7; 1 Corintios 15.22, 54; Romanos 14.8;  Filipenses 1.21; Hebreos 10.35-37; Romanos 13.12; 1 Pedro 4.7.

Versión: Reina-Valera Contemporánea - 2011

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