El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, ...
El reino de Dios no es cuestión de comida ni de bebida, sino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.-Gozo inefable y glorioso.
Parecemos estar tristes, pero siempre estamos gozosos.-En medio de todas nuestras tribulciones, me siento muy estimulado y estoy rebosando de alegría.-También nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia.
Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio.-Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo.-Porque así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así también por el mismo Cristo abunda nuestra consolación.
Regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les digo ¡regocíjense!-El gozo del Señor es nuestra fuerza.
Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a tu lado seré siempre dichoso.-Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los llevará a fuentes de agua de vida, y Dios mismo secará de sus ojos toda lágrima.
Gálatas 5.22; Romanos 14.17; 1 Pedro 1.8; 2 Corintios 6.10; 7.4; Romanos 5.3; Hebreos 2.2; Juan 15.1; 2 Corintios 1.5; Filipenses 4.4; Nehemías 8.10; Salmo 16.11; Apocalipsis 7.17.
Versión: Reina-Valera Contemporánea - 2011
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