sábado, 16 de octubre de 2010

LAS MEDICIONES

Las mediciones pueden ser indicadores de crecimiento. Y es una buena idea medir nuestro crecimiento espiritual. Por ejemplo: ¿Paso tiempo leyendo la Palabra de Dios y hablando con Él cada día? ¿Espero tener comunión con el Señor? ¿Qué «fruto del Espíritu» es evidente en mi vida? ¿Hablo acerca de Jesús con personas que no lo conocen? ¿Cómo estoy usando mi don o dones espirituales? ¿Tengo un espíritu generoso y dadivoso? ¿Cuánto mejor conozco a Dios hoy de cómo lo conocía hace un año? Estas preguntas son buenos indicadores de crecimiento espiritual.
Un niño parece crecer de repente, pero de hecho es un proceso continuo. Así como Jesús crecía tanto en sabiduría como en estatura, como creyentes, hemos de continuar «creciendo en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo» (2 Pedro 3.18). Ya no hemos de ser niños sino «crecer en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo» (Efesios 4.14-15). ¿Te has medido últimamente?

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