CÓMO ENFRENTAR OTRO DÍA

Pablo Casals, violoncelista famoso a nivel mundial, dio el siguiente desafiante testimonio: «Durante los pasados 80 años he comenzado cada día de la misma forma. . . Voy al piano y toco dos preludios y fugas de Bach. No se me ocurre hacer otra cosa. Es una bendición sobre la casa. Pero es no es el único significado que tiene para mí. Es un nuevo descubrimiento del mundo del cual tengo el gozo de formar parte.»

Si así es como empieza el día un músico dedicado, nosotros los cristianos, por medio de la gracia capacitadora del Espíritu Santo, ciertamente podemos dedicar cada nuevo día a nuestro Señor. Estemos donde estemos o sea cual fuere nuestra situación, podemos decidir todos los días dedicar las horas que tenemos por delante a la alabanza de Dios. Tal como escribiera David: «Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él» (Salmo 118.24).

Si estás sufriendo soledad o dolor al levantar tu carga una vez más, puedes hacer uso de los recursos del Señor y ser un testimonio vivo de su suficiencia. Si estás lleno de gratitud y alabanza, puedes hablar a otros de la bondad de Dios.

Santiago nos recuerda que no sabemos cómo será nuestra vida mañana (4.14). Esa es una razón más por la que debemos dedicar cada día a regocijarnos en el Señor.

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Vernon C. Grounds