lunes, 12 de septiembre de 2011

NO DESPERDICIES EL TIEMPO; INVIÉRTELO


Decimos que «el tiempo vuela», pero una persona sabia observó que «el tiempo se queda y nosotros volamos». Ya sea que nos levantemos temprano o nos quedemos en la cama, nos lleva esa fuerza misteriosa que se llama tiempo.

 Cada día, una fresca conciencia de la brevedad de la vida puede fomentar nuestra confianza en Dios. El salmista escribió: «Señor, hazme saber mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que yo sepa cuán efímero soy . . . ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. Y ahora, Señor, ¿qué espero? En ti está mi esperanza» (Salmo 39.4-5,7).

¿Qué necesitamos lograr hoy? Tal vez necesitamos comenzar una tarea esencial, abordar un asunto pendiente, o trabajar para restaurar una valiosa relación antes que nos quedemos dormidos y tengamos que despertar otra vez.

La vida es corta, pero nuestro Dios es fuerte. No desperdicies el tiempo; inviértelo!

0 comentarios: