martes, 13 de mayo de 2014

PARA MEDITAR

   Todo acto de amor hecho en el nombre del Señor tiene consecuencias eternas. Todo lugar, por pequeño que sea, es terreno santo.

       El apóstol Pablo desafió a los colosenses: "... todo lo que hagan o digan, háganlo como verdaderos seguidores del Señor Jesucristo" y "... háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa, parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo" (Colosenses 3.17, 23-24 TLA). Dios lo ve todo y se deleita en nuestro servicio.

0 comentarios: