RUMBO A LO DESCONOCIDO
Uno de los más grandes obstáculos que enfrentamos al seguir a Cristo es el temor a lo desconocido. Ansiamos saber de antemano el resultado de nuestra obediencia y a dónde nos va a llevar. Sin embargo, sólo se nos da la seguridad de que Él está con nosotros y de que está a cargo. Y con eso nos aventuramos con Él a lo desconocido.
Abrahán dio el ejemplo de la respuesta de una persona que está dispuesta a andar con Dios hacia un futuro incierto. «Por la fe, Abrahán obedeció cuando fue llamado, y salió sin saber a dónde iba, y se dirigió al lugar que iba a recibir como herencia.» (Hebreos 11.8 RVC).
Abrahán sabía que Dios lo había llamado y que le había hecho una promesa... y eso era suficiente. Estaba dispuesto a confiar su futuro al Señor.
Nosotros podemos hacer lo mismo confiando el futuro a nuestro Señor y dando un paso de fe. Ahora que hemos iniciado un nuevo año, hagamos nuestra la siguiente oración de fe y esperanza:
Oh Señor Dios, que nos has llamado a nosotros, tus siervos, a empresas cuyos finales no podemos ver. Danos la fe para ir con valor por sendas no trilladas y a través de peligros desocnocidos, sin saber adónde vamos, sino sólo sabiendo que tu mano nos guía y que tu amor nos apoya. Amén.
el
0 comentarios:
Publicar un comentario