El fruto del Espíritu es paz.
El ocuparse del Espíritu es vida y paz.-Dios nos llamó a vivir en paz.-La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.-¡Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo!
Yo sé a quién he creído, y estoy seguro de que él es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.-Tú guardas en completa paz a quien siempre piensa en ti y pone en ti su confianza.
La justicia hará posible la paz; la justicia redundará en reposo y seguridad para siempre. Entonces mi pueblo vivirá en lugares de paz, en poblaciones seguras, en sitios de reposo.-Los que me oyen vivirán tranquilos, sin sobresaltos ni temor de ningún mal.
Los que aman tu ley viven en completa paz.
Gálatas 5.22; Romanos 8.6; 1 Corintios 7.15; Juan 14.27; Romanos 15.13; 2 Timoteo 1.12; Isaías 26.3; 32.17,18; Proverbios 1.33; Salmo 119.165.
Versión: Reina-Valera Contemporánea - 2011
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