Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto.
Yo soy el Dios Todopoderoso. Anda siempre delante de mí y sé perfecto.-Ustedes tienen que serme santos, porque yo, el Señor, soy santo. Yo los he apartado a ustedes de los otros pueblos, para que sean míos.
Ustedes han sido comprados; el precio de ustedes ya ha sido pagado. Por lo tanto, den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios.-Y en él, que es la autoridad y poder, ustedes reciben esa plenitud.-Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.-Por eso, amados hermanos, mientras esperan que esto suceda, hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, intachables e irreprensibles.
Dichosos los de conducta perfecta, los que siguen las enseñanzas del Señor.-El que fija la mirada en la ley perfecta, que es la ley de la libertad, y no se aparta de ella ni se contenta sólo con oírla y olvidarla, sino que la practica, será dichoso en todo lo que haga.-Señor, examina y reconoce mi corazón: pon a prueba cada uno de mis pensamientos. Así verás si voy por mal camino, y me guiarás por el camino eterno.
Mateo 5.48; Génesis 17.1; Levítico 20.26; 1 Corintios 6.20; Colosenses 2.10; Tito 2.14; 2 Pedro 3.14; Salmo 119, 1; Santiago 1.25; Salmo 139.23, 24.
Versión: Reina-Valera Contemporánea - 2011
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