miércoles, 26 de octubre de 2011

DIOS TE TOMA DE LA MANO

«Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha»
Salmo 73.23

      Uno de los gozos  de estar con niños es tomarlos de la mano. Lo hacemos para mantenerlos a salvo al cruzar la calle o para evitar que se pierdan en medio de una multitud. Y siempre que tropiezan y pierden el equilibrio, los agarramos de sus manitas con mayor fuerza para evitar que caigan.

      Eso es lo que Dios hace por nosotros. Es inevitable que haya piedras y grietas que nos hagan tropezar en las veredas de la vida. Esa es la razón por la que es fácil identificarnos. Todos enfrentamos una variedad de problemas que amenazan con hacernos tropezar. Para el salmista Asaf, ver la prosperidad de los malvados le hizo cuestionar la bondad de Dios. Pero Dios apretó su mano y le tranquilizó asegurándole que, dado el juicio de Dios, los malvados no prosperan en realidad. El salmista descubrió que la verdadera prosperidad se encontraba en el hecho que Dios siempre estaba con él: «Me tomaste de la mano derecha» (v 23). Y sólo por si acaso, Dios le recordó que también le guiaría a lo largo de su vida y al final le recibiría en el hogar celestial (v 24). ¡Qué bueno es eso!

      Así que la próxima vez que tropieces, recuerda que la poderosa mano de Dios toma la tuya y camina contigo por la vida... ¡hasta llegar a casa!

-----------------------------------------------------------

-Joseph M. Stowell
RBC Ministries

0 comentarios: