TREINTA DÍAS CON JEREMÍAS - Nº 19

EL ALFARERO Y EL BARRO

Texto para el estudio: Jeremías 18.1-11

* El alfarrero y el barro, ¿qué representan?

* ¿La calidad del barro influye en el uso que el alfarero le da?

Alfarero y barro; una rama de almendro; una olla hirviendo: éstas son imágenes cotidianas que estimulan la imaginación y contribuyen al conocimiento de Dios.

Jeremías recordaba que era el mismo Dios alfarero que lo había escogido --antes de darle la vida-- que ahora le mostraba cómo formaba los pueblos. El Señor le había dicho que el trabajo con las naciones era derribar y construir; el alfarero muestra gráficamente la soberanía del Dios que nos forma a mano del barro, para sus propósitos (Rm 9.20 - Gn 2.7).

Tal como lo dice Dios, la esperanza y las amenazas se juntan en esta afirmación: "ustedes son en mis manos como el barro en las manos del alfarero". La esperanza está en que "si esa nación se aparta del mal, entonces ya no le envío el castigo que tenía preparado". La amenaza está en que "si esa nación hace lo malo y desatiende mis advertencias, entonces ya no le envío los beneficios que tenía preparados". El alfaero cuando el objeto que estaba haciendo le salía mal, volvía a hacer otro con el mismo barro de la misma manera. Como la calidad del barro determina lo que el alfarero puede hacer con ello, la respuesta de la gente determina lo que el Señor puede hacer con ellos.

El barro es el ejemplo de lo que Dios quiere; es lo que busca, lo que capta su corazón. Imaginemos al alfarero mirando su trabajo, el brillo de cariño en sus ojos, el poder de sus dedos moldea algo bello y útil. Y ¿quién es el alfarero del universo? ¡La pregunta de preguntas!-- Y la respuesta: "El que me ve a mí, ve al Padre" (Jn 14.9). El pie que hace girar el torno y las manos que forman el barro, llevan cicatrices.

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ORACIÓN: Señor Jesús, gracias que tus pies y manos cicatrizadas me forman. Quiero ser útil y bello para ti. Amén.

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-TREINTA DÍAS CON JEREMÍAS - Un amor esperanzado

Serie de devocionales

Juan Harower