miércoles, 25 de mayo de 2016

PARA REFLEXIONAR

Un creyente con problemas es una persona bendecida por Dios. Sí, ¡realmente bendecida! Si ya no tiene adónde recurrir, si se ha dado por vencida respecto de sí misma y de los demás y si ha comprendido que no hay solución terrenal  para sus problemas, esta persona comprenderá fácilmente que solo tiene una esperanza: la presencia de Dios. En realidad, Dios está utilizando los problemas para llevar al creyente a su presencia. ¡Qué persona bendecida! No necesita buscar a Dios, ya que Dios le ha hallado y se ocupará de todo.
_________________
Fuente: Los problemas, la presencia de Dios y la oración, pág. 26
Michael Wells
Abiding Life Press

0 comentarios: