martes, 20 de octubre de 2015

LA TAREA INCONCLUSA DEL PASTOR

Porque es cierto lo que dice el refrán: "Uno es el que siembra y otro el que cosecha." Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros fueron los que se fatigaron trabajando, y ustedes han cosechado el fruto del trabajo de ellos. -Juan 4.37-38 -NBAD.

Los dos versículos que Jesús introduce a partir de un refrán popular, establece algunas verdades prácticas y principios que son demanda permanente de visión acerca de la tarea a la que somos llamados  a cumplir en este mundo, un llamamiento a ser humildes y a reconocer el trabajo de otros. Un llamado a la integridad y pureza de espíritu; un llamado a asumir un espíritu de sacrificios sin jactancia como parte de nuestra entrega incondicional al servicio del Señor.

"Otros fueron los que se fatigaron trabajando, y ustedes han cosechado el fruto del trabajo de ellos" (Juan 4.38). Recibir los beneficios de una obra en marcha es una bendición incalculable; aunque una responsabilidad no menor. Consolidar la labor propia como la de cuantos nos antecedieron es un deber de la vida.

Es por eso que en este día deseo, desde lo más profundo de mi corazón, agradecer al Señor por la siembra que en su momento hicieron los pastores que me antecedieron en la Iglesia del Nazareno de Barranco, Vitarte y Canto Grande, en las cuales mi Señor me puso para ministrar su grey.

Con un gran criterio de la gratitud y un profundo reconocimiento a cuantos pasaron por la Iglesia Metodista Central de Montevideo, la generación que celebró su centenario grabó en una placa de bronce las palabras de Jesús en Juan 4.37-38; colocándola frente a su templo. Algo digno de imitar.

-Pbro. Luciano Grillo Gutiérrez
Ministro jubilado


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