Poco importa el título que poseamos. Lo relevante es que fortalezcamos la fe del pueblo de Dios. Cuando evaluemos nuestra eficacia según el estándar bíblico, no importará que nos trasladen a otra función o que ya no tengamos un título específico. Por amor al Señor, servimos para edificar a los creyentes y dejamos que Él comisione desde el cielo como lo considere apropiado (Mateo 25.21).
Los dones que Dios nos da no son para nosotros,
sino para los demás
Efesios 4.12-13
-Chek Phang Hia
OBD
0 comentarios:
Publicar un comentario