jueves, 22 de mayo de 2014

PARA MEDITAR

PALABRAS QUE SANAN

Las palabras no tienen que ser muchas para ser significativas. Lo que denominamos el Padrenuestro está entre las enseñanzas más breves y memorables de Jesús. Brinda ayuda  y sanidad al recordarnos que Dios es nuestro Padre celestial, cuyo poder actúa en la tierra, tal como sucede en el cielo (Mateo 6.9-10); que ofrece provisión, perdón y propósito para cada día (vv. 11-13); y que toda la honra y la gloria le pertenecen a Él (v. 13). No hay nada de nuestro pasado, presente y futuro que no esté incluido en las breves palabras de nuestro Señor. 

MI TESTIMONIO

A menudo, a los nuevos escritores se les aconseja  que visualicen una persona a la cual están escribiéndole, para mantenerse enfocados. Yo lo hago cuando escribo mis reflexiones: trato de mantener en mente a los lectores porque deseo expresar algo que ellos quieran leer y que los ayude en su travesía espiritual. 

sábado, 17 de mayo de 2014

PARA MEDITAR

      El apóstol Pablo nunca atribuyó el mérito del crecimiento de su ministerio ni así mismo ni a otros, sino que se lo concedió a Dios: «Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios» (1 Corintios 3.6).
      Dios hace crecer a su iglesia incluso en circunstancias difíciles. Lo único que debemos hacer nosotros es permanecer fieles y dejar los resultados en manos de Él.

jueves, 15 de mayo de 2014

PARA REFLEXIONAR

      Solemos centrarnos en las historias y experiencias de las personas a las que Dios eligió y usó para cosas sobresalientes, es allí donde aparecen los Abraham, Moisés, Josué, David, Elías, Juan el Bautista, Pedro o Pablo. Pero junto a ellos  aparecieron otros personajes con acciones que no tuvieron la misma resonancia pero que sin embargo fueron imprescindibles para el plan general desarrollado por Dios.

      Suele ocurrir en ocasiones que algunos siervos de Dios se sienten menoscabados por no poder llegar a ser destacados como aquellos o actuales que trascienden. Pero en verdad debemos recordar que lo importante es que el plan general de Dios se cumpla, y así como necesita un Pablo, requiere de los Epafras, Timoteos, Marcos, sin cuya compañía y asistencia esos planes no se pueden desarrollar.

      Quizá por no poseer el mismo llamado de Dios, nos damos cuenta que no podemos pensarnos como Abraham o David, pero probablemente nos demos cuenta del valor fundamental que podemos ocupar, reconociendo que cuando llegue el momento de las recompensas, el haber estado en el centro pleno de la voluntad de Dios, probablemente muriendo a nosotros mismos o renunciando a pelear un lugar de fama, será lo que se tendrá en cuenta y lo que valdrá la pena.
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Fuente:  CORDIALMENTE - PASTORESxLAGENTE.  


PARA MEDITAR

      Los hombres excelentes se vuelven necesarios. En la vida de Epafrodito (Fil.2.25; 4.18) lo más relevante de todo es poder cumplir con el diseño que Dios estableció desde la eternidad para cada uno. La palabra excelente significa excederse y eso requiere de hacer la milla extra (Mat. 5.41), esto hace que a pesar que no seas llamado por Dios a ser un miembro expuesto, te conviertas en exposición cuando lo que hagas lo realices de manera excelente.

martes, 13 de mayo de 2014

PARA MEDITAR

   La influencia va más allá de las acciones y las palabras importantes. Puede ser un simple asunto de servicio humano: acompañar, escuchar, comprender una necesidad, amar y orar. Esto convierte el deber diario en adoración y servicio.

La manera de lograr mucho para Cristo  es servirlo de todas las formas  que podamos.

PARA MEDITAR

   Todo acto de amor hecho en el nombre del Señor tiene consecuencias eternas. Todo lugar, por pequeño que sea, es terreno santo.

       El apóstol Pablo desafió a los colosenses: "... todo lo que hagan o digan, háganlo como verdaderos seguidores del Señor Jesucristo" y "... háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa, parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo" (Colosenses 3.17, 23-24 TLA). Dios lo ve todo y se deleita en nuestro servicio.