miércoles, 26 de marzo de 2014

"...SEAN DE UN MISMO SENTIR EN EL SEÑOR."

      La vida puede volverse un caos con las luchas relacionales. Este fue el caso en la iglesia de Filipos. Dos siervas fieles, Evodia y Síntique, estaban en total desacuerdo. El apóstol Pablo le escribió a la iglesia para exhortar a sus miembros a solucionar sus problemas (Filipenses 4.2); además, quería que otra persona se acercara a ellas con un espíritu bondadoso: «Asimismo te ruego a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio...» (v. 3).
      Al darnos cuenta de que todos hemos generado caos en la vida, podemos confiar en que el Señor nos ayudará a tratar amablemente a los demás.
      

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