El profeta Daniel escribió que los que guían a otros al Señor brillarán como estrellas para siempre (Daniel 12.3). Todos podemos participar en ese gran evento. Cuando reflejamos la luz de Cristo en los lugares oscuros donde vivimos y trabajamos, Él ilumina el cielo nocturno con estrellas que nunca se apagarán.
lunes, 22 de julio de 2013
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