martes, 2 de julio de 2013

PARA MEDITAR













"El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero yo miro el corazón." - 1 Samuel 16.7b - RVC

    Cuando el Señor envió a Samuel a ungir a un nuevo rey sobre Israel (1 Samuel 16.1), Dios le recordó ver más allá de las características físicas: «No te dejes llevar por su apariencia ni por su estatura... Yo soy el
Señor,  y veo más allá de lo que el hombre ve. El hombre mira  lo que está delante de sus ojos, pero yo miro el corazón.» (v. 7).
    La Palabra de Dios condena duramente a aquéllos que muestran favoritismo basado en las apariencias (Santiago 2.1-2). Cuando comenzamos a ver a las personas con los ojos  de Dios, nuestro enfoque cambiará de la apariencia a la vida.
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Nuestros espejos reflejan la apariencia  exterior; el espejo de Dios revela la condición interior.
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