miércoles, 8 de febrero de 2012

LA INTEGRIDAD EN EL LIDERAZGO CRISTIANO

Todos hemos oido con tristeza de ciertos siervos de Dios que han tropezado en forma estrepitosa, que han tenido fracasos catastróficos, que han desonrado el nombre de nuestro Señor y uno se pregunta: «Señor, ¿cómo puedo yo tener integridad moral y mantenerme puro, santo y recto hasta el fin de la carrera? La palabra integridad en su raiz latina significa entero, y sugiere la totalida de la persona. ¿Cómo puedo comenzar bien, continuar bien y terminar bien en la totalidad de mi ser?».
      Acerca de la integridad Proverbios dice: «Las personas con integridad caminan seguras» (10.9). «El camino del Señor es una fortaleza a los que andan en integridad» (10.29). El Señor [...] se deleita en los que tienen integridad» (11.20). «Los justos caminan con integridad; benditos son los hijos que siguen sus pasos» (20.7).
      Es hermoso llegar a edad avanzada como dice el Salmo 92.14: «Incluso en la vejez aún producirán fruto, seguirán verdes y llenos de vitalidad» Pero puedo mencionar a muchachos que conocí de jovencito con los cuales comenzamos bien y parecían estrellas en el firmamento cristiano pero de repente tuvieron un gran fracaso y quedaron marginados y aunque querían levantarse, porque el Señor sí perdona, perdieron la autoridad espiritual y moral. Es notable lo que le dice a Salomón: «[...] si me sigues con integridad y rectitud [...] y obedeces todos mis mandatos, decretos y ordenanzas, entonces yo estableceré tu dinastía en el trono de Israel para siempre» (1 Reyes 9.4). Tristemente, Salomón no lo bhizo.
      Los que estamos en posiciones de liderazgo, si nos descuidamos podemos traer deshonra al nombre del Señor, vergüenza a la familia, destrucción a la congregación, bochorno a nuestras esposas e hijos.

- Dr. Luis Palau
Citas bíblicas  tomadas  de la Nueva Traducción Viviente (NTV).

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