viernes, 27 de mayo de 2011

TREINTA DIAS CON JEREMIAS - No. 27

VE, A DONDE TE PAREZCA MEJOR

Texto para estudio: Jeremías 40.1-6


?En que estado había encontrado el comandante a Jeremías?

?Que decisión debió tomar Jeremías?


A pesar de la orden expresa del rey Nabucodonosor (Jer 39.11), los soldados babilonicos al conquistar Jerusalén habían llevado a Jeremías con los otros presos a Rama: donde el comandante lo descubrió y lo libero.

?"Que hago?" Esta es la pregunta de la libertad, y Jeremías se la acaba de hacer. Podría vivir en Babilonia con comodidad en la casa del comandante, con buena comida, las pequeñas consideraciones merecidas en la vejez y con oportunidad de predicar, y de escribir (!Sin el peligro de que le quemen nuevamente el rollo!) e influir en el seno del imperio mundial.

La alternativa era quedarse con su pueblo. Y en ese momento vemos la integridad de Jeremías, porque decide quedarse. Los que lo habían cuestionado --?es un patriota o un traidor? ?un profeta falso o verdadero? ?un loco o un sano?-- se callaron la boca para siempre. En la vida de cada persona hay momentos de crisis, de decisión. Jeremías eligió la vida: la de las ruinas, de marginados, de servicio a su pueblo y no la comodidad.

Muchas veces nos preguntamos: "?Que hago? ?Me quedo o me voy?" Quedarse en el lugar donde estamos es desafiante. ?Cuantos cristianos lo han dejado por buscar la comodidad? Quizás pueden argumentar: "Jesús vino para que tengamos vida y que la tengamos en abundancia." Pero no confundamos la abundancia con la vida (Lc 9.23,25).

También es importante tener en cuenta que en un lugar de ministerio con abundancia material no es necesariamente el lugar de Dios para nosotros. Puede ser que el Señor nos ponga en medio de las ruinas, de la gente marginada; vulnerable y sin recursos. Jeremías no confundió la abundancia de Babilonia con la vida abundante. Ser siervo, seguir a Cristo, llevar la cruz; !esta es la vida abundante!

"Ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir" (Marcos 10.45).

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ORACIÓN: Señor, quiero ser un siervo útil y si me envías a las ruinas, ayudame a aceptarlo y a estar agradecido. Amen.

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TREINTA DIAS CON JEREMIAS - Un amor esperanzado

-Serie de devocionales

-Juan Harrower

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